Las indemnizaciones por despido de más de 2.000 euros por año trabajado tributarán en el IRPF

Además, la exención de 1.500 euros en el IRPF por los dividendos percibidos queda suprimida. El Ministerio de Hacienda entiende que es suficiente con la reducción de la tarifa del ahorro, que devuelve la presión fiscal sobre las rentas del capital a la que había en 2011. Los rendimientos del ahorro tendrán una escala progresiva según su cuantía entre el 20% y el 24% el año que viene (entre el 19% y el 23% en 2016) cuando ahora tributa entre el 21% y el 27%.

Además, el Gobierno ha decidido reducir a 8.000 euros anuales el límite máximo de aportación a planes de pensiones que da derecho a desgravación en el IRPF. En la actualidad, ese límite es de 10.000 euros con carácter general y 12.000 euros cuando el contribuyente tiene más de 50 años. Esta reducción "no va a tener impacto en el ahorrador medio", según el secretario de Estado de Hacienda porque las aportaciones de la mayoría no llegan a ese máximo.

Y se recorta la reducción para los arrendadores de vivienda que en la actualidad pueden reducir entre un 60% y un 100% (si los inquilinos tienen menos de 35 años) los ingresos que perciben por alquiler. En el anteproyecto, la reducción se queda en el 50%.

Montoro se defiende

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha asegurado este lunes que la reforma fiscal es "consecuente con los objetivos de déficit público". La rebaja fiscal a la que el Consejo de Ministros dio luz verde el pasado viernes supone un coste recaudatorio bruto de alrededor de 9.000 millones de euros, muy superior a lo establecido en el Programa de Estabilidad remitido por el Gobierno a Bruselas, lo que ha provocado dudas sobre la capacidad para cumplir la reducción del déficit comprometida con la Comisión Europea. Sin embargo, Montoro afirmó que "las grandes cifras de la reforma son coherentes con las incorporadas al Programa de Estabilidad".

La rueda de prensa del ministro de Hacienda para explicar con detalle la reforma fiscal tres días después de aprobarse en el Consejo de Ministros- se centró inicialmente en justificar ante Bruselas por qué no ha seguido sus recomendaciones y defenderse de sus críticas. Así, Montoro señaló que no se sube el IVA medida reclamada repetidamente por la CE y el FMI para poder reducir las cotizaciones sociales- porque ya se está recaudando por este impuesto. Y apuntó una obviedad: que cuanto mejor se cumplan las obligaciones tributarias en este impuesto más recaudará. Hacienda, por tanto, fía la mejora de la recaudación y el cumplimiento del déficit a la lucha contra el fraude y al mejor cumplimiento tributario, junto con el aumento de los ingresos que pueda proporcionar el crecimiento del PIB.

La reforma fiscal reduce los tipos marginales del IRPF hasta el 47% el tipo máximo para una base imponible superior a 60.000 euros en 2015 y al 45% en 2016. El tipo mínimo baja al 20% el año que viene y al 19% en 2016. Los asalariados que ganen menos de 12.000 euros no tendrán retenciones y "disfrutarán de su sueldo íntegro", señaló Montoro.

"La reforma que podía hacerse"

El ministro de Hacienda justificó que la rebaja fiscal aprobada por el Consejo de Ministros no vaya más allá de intentar corregir la subida impuesta hace dos años por el Gobierno del PP. "Esta es la reforma que en este momento puede hacerse y es la que le conviene a España", aseguró el ministro.

No obstante, Montoro reconoció de forma indirecta que le hubiera gustado ir más allá. "Tengo más cosas en la cabeza, pero ahora esto es lo que toca hacer". El responsable de la política fiscal mostró su satisfacción por poder bajar los impuestos y avanzó que "a partir de las cosas vayan mejorando haremos las cosas que ya hicimos en el pasado".