Hacienda corrige el maltrato a los preferentistas y la dación en pago

En la dación en pago se entrega al banco la vivienda como fórmula para abonar la deuda pendiente. Si esa deuda es superior al precio de adquisición de la vivienda se produce contablemente una plusvalía por la que Hacienda obligaba a tributar al hipotecado que se había quedado sin casa. La reforma fiscal corrige ese efecto.

También se introduce sentido común en el trato fiscal a los afectados por las preferentes ya que se les permitirá compensar las quitas que han tenido que soportar en sus participaciones preferentes con las posibles ganancias que puedan obtener al vender las acciones recibidas a cambio de las preferentes. Esto beneficiará especialmente a los preferentistas de Bankia. Bruselas impuso que los accionistas y preferentistas de las cajas que recibieron ayudas públicas soportaran parte del coste con una quita en el valor de sus participaciones preferentes y otros instrumentos híbridos. Entidades como Bankia ofrecieron acciones como canje por las preferentes. Acciones que ahora valen más y que si las venden supondrá la obtención de plusvalías. Sin embargo, Hacienda no permitía compensar las pérdidas soportadas en la quita con las ganancias con la venta de acciones. La reforma hace posible la compensación.