La patronal turística denuncia el «desbocado crecimiento» de los pisos turísticos ilegales

El director de Estudios de la asociación, Oscar Perelli, destacó que este crecimiento de viviendas turísticas «es absolutamente insostenible» y está derivando en una gran afluencia pero la repercusión en gasto es mucho menor. Sus datos revelan que mientras que un cliente de un hotel gasta de media 247 euros al día, el de una vivienda de alquiler turístico hasta 131 euros.

En este sentido, el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, aplaudió que el Gobierno se haya dado cuenta «por fin» del problema que generan las viviendas turísticas: «Es un problema de generación de hastío social por la banalización de los espacios y para conseguir vivienda por la población local», destacó. Pidió que las anunciadas comisiones de turismo y vivienda anunciadas por el Gobierno no se conviertan en una «confrontación por colores», porque es un «problema de carácter nacional».

El próximo jueves hay una reunión en el Ministerio de Vivienda para abordar esta cuestión, y Exceltur exige al Gobierno que se pueda llegar a tener un marco general de referencia en base a tres ejes. En primer lugar, que la vivienda turística sea declarada una actividad económica, también que se aplique la normativa europea que obliga a las plataformas a dar información sobre los alquileres ilegales y, por último, animan al Gobierno a «ser valientes» y facultar a las comunidades de vecinos a decidir si en sus bloques puede haber pisos turísticos o los prohíben.

«Este problema es el cáncer de la mala reputación del sector turístico que de forma injusta hay en muchas partes de España», señaló Zoreda. En las ciudades donde hay una «mayor sensibilidad ciudadana y un mayor esfuerzo político» para la ordenación y control de los pisos turísticos, el crecimiento es «razonable». Es el caso de Palma de Mallorca, donde incluso se redujeron los apartamentos turísticos un 6% respecto al primer trimestre de 2023 y en Ibiza (-17%). En Barcelona o San Sebastián crecieron alrededor de un 10%, por debajo de los niveles prepandemia.

En cambio, en otros puntos donde no hay este control el volumen de viviendas turísticas se ha desbocado. Es el caso de Valencia, con un 40% más de plazas en un año, Oviedo (85% más), Santander (38%), Gijón (56%) o Madrid (30%).

Más allá de los pisos turísticos, el informe presentado por la patronal inciden en que la tendencia seguirá siendo muy positiva para el sector. El primer trimestre ha batido récord de actividad, pese a que la Semana Santa creció menos de lo esperado (un 4% respecto a la de 2023) por el mal tiempo. El primer trimestre las ventas del sector turístico crecieron un 12%, sobre todo por el impulso de la demanda extranjera.

Sus previsiones para el segundo trimestre y el conjunto del año son muy optimistas, a expensas de la evolución de la escalada del conflicto en Oriente Próximo. Sus previsiones estiman que el PIB turístico cierre el año por encima de los 200.000 millones de euros por primera vez en la historia. En concreto, desde Exceltur prevén que las ventas alcancen los 202.651 millones de euros, hasta alcanzar un porcentaje del 13,3% del PIB.

De esta forma, el turismo supondrá el mayor motor de la economía española y aportaría una tercera parte del crecimiento total de la economía en 2024.

Este martes también publicó su informe la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), en el que destacó que en invierno han volado más de 100 millones de personas, un 13% más que en el mismo periodo del año pasado, sobre todo creciendo los pasajeros de Europa y vuelos intercontinentales.

Con esta buena perspectiva, las aerolíneas han programado 240 millones de asientos en España para este verano, un 13,5% más que en el verano de 2023. Pese a ello, el presidente de ALA, Javier Gándara, señaló que la situación geopolítica podría condicionar la buena marcha del tráfico aéreo por la subida del precio del combustible o un deterioro de la situación económica de los españoles y europeos.