Europa prioriza el fondo de rescate para salir en ayuda de España e Italia y recuperar credibilidad

Italia y España les forzaron a este trabajo al límite tras negarse en aquella cumbre a suscribir declaraciones vacías. Lo hicieron después de que Alemania, Holanda, Austria y otros países de la Europa septentrional dijeran 'no' (incluso de manera ofensiva) a una mutualización de deuda en forma de coronabonos. Ya entonces, en uno de los múltiples borradores que Madrid y Roma tumbaron, se ofrecía a los dos países más castigados por la pandemia la opción de recurrir al fondo de rescate (el MEDE), dotado con más de 400.000 millones de euros. Pero sin relajar las condiciones estrictas (léase recortes, reformas estructurales y visita periódica de los 'hombres de negro' de Bruselas) que se vinculan a este paracaídas.

Una semana después, el MEDE sigue siendo la principal hipótesis de trabajo de los ministros. Pero con condiciones más laxas. Junto a él, tendrán encima de la mesa la propuesta francesa de un fondo de emergencia limitado, finalista (solo para el reinicio económico post-crisis sanitaria) y acotado en el tiempo. Los ministros intentarían también otorgar un mayor papel al Banco Europeo de Inversiones (BEI). Y deberían además dar el 'ok' a la propuesta conocida como SURE, que lanzó esta semana la Comisión Europea (100.000 millones de euros para apoyar ERTES y ayudas a los autónomos). Y ya veremos a ver qué hacen con el regalo caritativo que se sacó de la manga el holandés Mark Rutte el miércoles: una donación «solidaria» a España e Italia.

Del consenso en varias de las fórmulas planteadas (algunas son complementarias) depende el éxito del Eurogrupo de mañana... 'tirita' de Rutte, al margen. Los ministros deberían evitar la frustración con ellas; salvar la ausencia de unos eurobonos que continuarán en el 'debe' del proyecto de refuerzo del euro. Pese al discurso suavizado de Países Bajos y Alemania en los últimos días no hay replanteamiento de esta herramienta. Nueve socios (con Francia, Italia y España a la cabeza), el propio BCE y otras instituciones internacionales la considerarían idónea. Pero se sigue diciendo que no. Y en la negativa está la misma justificación práctica (hoy quizás egoísta) y los mismos datos macroeconómicos.

Alemania y Países Bajos pueden financiarse hoy a tipos de interés muy bajos. Mutualizar el riesgo o, lo que es lo mismo, responder no solo por su deuda si no también por la de los demás, tendría un efecto rebote, elevaría el coste de sus bonos. A ello se añade la dificultad de que la fórmula prospere en sus respectivos parlamentos y el temor a una costosa factura electoral.

Y los datos 'macro'. Los fundamentales: la deuda pública y el déficit. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento fija un rango medio del 60% del PIB para la primera. Y un 3% para el segundo. Hasta en tres ocasiones Bruselas amenazó a Italia el pasado año con activar un procedimiento sancionador por disparar su endeudamiento por encima del 130% del PIB. El de España ronda el 97%. Frente a ambos, Países Bajos computa un 52% y Alemania, el 60,9%. En lo que se refiere al déficit, a España, antes de que el coronavirus estallase, Bruselas le pedía un ajuste equivalente al 0,65% de su PIB, unos 7.800 millones de euros. No ha habido esfuerzos suficientes para corregir esas variables. Y ese es un mazazo a la credibilidad.

MEDE. Rescate sin los 'hombres de negro'

El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) es un fondo de rescate de 410.000 millones de euros. Los ministros plantearon hace una semana que se abriese a préstamos hasta en un 2% del PIB de cada país que recurriera a él. El instrumento, creado en 2012, fija condiciones estrictas e inspección de Bruselas (los 'hombres de negro'). Berlín aceptaría relajar el control, pero no está tan claro que otros estén en esa línea. Países Bajos y Austria defienden rigor y condiciones específicas para cada solicitante.

BEI. Un fondo de hasta 200.000 millones

El papel de la institución financiera de los países de la UE se reforzará. La idea es activar un fondo de garantías, respaldado por todos los países con avales de hasta 25.000 millones de euros, con destino a las pymes y un colchón mas confortable, de hasta 200.000 millones. El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli y gobiernos como el de Francia ya habían reclamado en los últimos días que se ampliase el margen de acción del Banco Europeo de Inversiones, que hasta ahora se había estirado a los 40.000 millones.

Francia y Países Bajos. Bolsa de emergencia y simple donación

El ministro de Finanzas galo, Bruno Lamaire, lanzó días atrás la idea de constituir un fondo común temporal destinado expresamente a financiar y coordinar el estímulo fiscal para el reinicio de la economía en los próximos meses. Habló de una vigencia de entre cinco y diez años. Desde La Haya se lanzó otro fondo en paralelo, de entre 10.000 y 20.000 millones de euros. Aunque sin dar cifras, el neerlandés Mark Rutte lo definió como donación. Su 'gesto' para responder a la insolidaridad que se achaca a su Gobierno.#SURE

Los 100.000 millones contra el desempleo

Los ministros estudiarán la propuesta SURE del equipo de Ursula von der Leyen. Se dirige a dar cobertura a España e Italia en la cascada de ERTES y ayudas a los autónomos que han de financiar, aunque la herramienta esta abierta a todos los Estados (sin asignación previa). En trazo grueso, se traduciría en que la Comisión Europea acuda a las subastas de deuda en nombre de toda la UE para obtener condiciones ventajosas. Para hacerlo necesita, previamente, el aval de los propios Estados por un valor de, al menos, 25.000 millones.