España recibió en agosto la mitad de turistas internacionales que en 2019

Así lo constatan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hechos públicos hoy. Según los mismos, Francia aporta uno de cada cuatro viajeros y desbanca a un Reino Unido que cae a un segundo puesto después de que sus ciudadanos hayan sido más reticentes a desplazarse por las restricciones y cuarentenas más duras aprobadas por el Gobierno. Fueron 714.668 británicos los que apostaron por España y 677.59 alemanes, que son los terceros que más acudieron.

Pese a la clara mejora de agosto, en los ocho primeros meses de 2021 el número de turistas que visitaron España disminuyó un 4,2% hasta situarse en los 15 millones. Esto se debe principalmente a que en el primer trimestre de 2020 se pudo operar casi con normalidad hasta el confinamiento de finales de marzo mientras que en el actual ejercicio apenas hubo visitantes debido al impacto de una de las olas más duras de toda la crisis sanitaria.

De la misma forma que aumentaron los turistas internacionales respecto a 2020 también se incrementó el dinero que dejaron en el país. El gasto total realizado por extranjeros en agosto alcanzó los 5.902 millones de euros, lo que supone un aumento del 140,2% respecto al mismo mes de 2020. En los primeros ochos meses del año, este índice subió siete décimas pese a que hay algo menos de llegadas, lo que evidencia un mayor optimismo en un nuevo contexto marcado por la vacunación. La duración media de las estancias fue de 8,4 días, lo que implica un leve descenso de 0,2 días.

Las autonomías que tuvieron más tirón para los extranjeros fueron las Islas Baleares, con una cuota del 25,2%; Cataluña, que acapara un 20,7% del total, y la Comunidad Valenciana, que congregó a un 14,5%. Estas son las regiones que también acumularon más llegadas durante los primeros ocho meses del año.

La caída de visitantes extranjeros respecto a la situación previa a la pandemia preocupa al sector pero aún así se considera que agosto fue un mes mejor de lo esperado. La mayor parte de estas bajas pudieron ser cubiertas por el turismo nacional, que marcó récords y permitió disfrutar de un agosto con registros de ocupación como los de la vieja normalidad.