Construyendo nuevas vidas

Cáritas Chavicar es una de esas entidades que están ya arraigadas en la conciencia colectiva de la sociedad riojana. Una fundación que ha ido creciendo desde sus primeros pasos en el año 1988 manteniendo siempre su misión de ayudar a través del empleo a las personas de los colectivos más vulnerables, un perfil que en los últimos años se ha ampliado sensiblemente con la crisis. Y por ello, Cáritas Chavicar se ha adaptado a lo largo de tres décadas a las necesidades de aquellos a los que siempre ha buscado apoyar desde diversos ámbitos sociales y laborales.

Cáritas Chavicar se divide en dos áreas: una socio-laboral, en la que se ayuda desde la normalización social en centros de inserción, la formación laboral y la búsqueda de empleo, y otra medioambiental, dedicada a la recuperación, gestión y reciclaje de residuos de todo tipo y que contribuye a financiar la labor social de la entidad. «Cáritas Chavicar es pionera en La Rioja en cuestión de reciclaje y economía circular», apunta Jesús Pablo Romero, director-gerente de la Fundación, para recordar la historia de la entidad. «En el año 1988 nació como un proyecto de varias parroquias para dar trabajo a personas con necesidades en torno a la recogida de residuos. En el 2003, se fusiona con Fundación Rioja por el empleo para crear lo que hoy en día somos, con esas dos áreas integradas para responder mejor al objetivo de la inserción laboral de personas con dificultades».

En el año 2013 Cáritas Chavicar dio otro paso fundamental para entender su presente con la creación de la agencia de colocación, que sirve de puerta de entrada a la Fundación para cualquiera que necesite ayuda. «Desde ahí se prepara un itinerario individualizado dependiendo del perfil y las necesidades sociales o laborales, algo que ha cambiado con la crisis. Nuestro apoyo puede partir del área de formación básica o más específica, la orientación y la búsqueda de empleo», explica Jesús Pablo Romero, que detalla además que cerca de la mitad de los trabajadores del área medioambiental procede de la propia Fundación, primando la promoción interna.

Los servicios que ofrece Cáritas Chavicar en cuanto a residuos abarcan desde papel y cartón, plásticos o chatarra hasta ropa, juguetes m muebles, en los que se aboga por la reutilización para el uso de personas con necesidades o para la venta a particulares a través de los 'Espacios con Corazón' en las dos tiendas, de Logroño y Calahorra.

Cáritas Chavicar es una entidad en constante evolución y Jesús Pablo Romero reflexiona sobre ello. «Siempre nos hemos adaptado a lo que las sociedad nos pedía y lo seguiremos haciendo». «Por ello -prosigue- abrimos la agencia de colocación, hemos crecido en número de personas atendidas o empezaremos a ofertar certificados de profesionalidad, entre otros asuntos». La labor que realiza Cáritas Chavicar se puede observar en sus cifras de 1.956 personas atendidas el año pasado, en el que gestionaron además 393 ofertas de trabajo, algo en constante aumento. «Trabajamos por, para y con las personas, y es algo que sólo se puede lograr con el equipo de sesenta grandes profesionales que conforman Cáritas Chavicar y con los voluntarios», concluye Jesús Pablo Romero.