Unespa: «Las pandemias no son asegurables»

Una pandemia, ha afirmado, es un fenómeno sistémico, que afecta a todos los actores económicos, lo que impide que se puedan mutualizar y que se puedan compensar los riesgos de unos con los de otros. «Pero sí cabe hacerlo de otra manera, nos podemos proteger de una forma diferente, mediante una colaboración público-privada y por capas», expuso Gómez de Frutos.

En esa sucesión de capas, en primer lugar se encontrarían las empresas, que han de contar con mecanismos de autoprotección; en un segundo escalón se encontraría el seguro privado, que actúa con cálculos técnicos y dentro de sus límites financieros; y, en el caso en que los daños desborden a estos dos primeros participantes del mercado, entraría la garantía pública, bien local (el Estado), bien multinacional.

Gómez de Frutos reconoció que este tipo de estructuras no son soluciones fáciles, pero defendió que la construcción de estos esquemas no es imposible. Si bien, requirió, para participar de ellos, solidez técnica y que el compromiso de coordinación sea sólido.

Respecto a la actuación del Gobierno durante la pandemia durante la pandemia, Gómez de Frutos se ha quejado de su insuficiencia. De hecho, ha explicado que el sector tuvo que «decir que no» a la ayuda diseñada por el Ejecutivo para apoyar al segmento de los seguros de crédito, dado que incluía un mecanismo para su devolución en un plazo determinado, la dotación presupuestaría era baja y además apelar al fondo era gravoso. «Hacemos mal en pensar que esa falta de sensibilidad (del Gobierno) no va a tener consecuencias», advirtió Gómez de Frutos, que continuó: «Estamos lastrando a nuestras empresas frente a las competidoras de otros países». Alegó que otros Gobiernos europeos sí han puesto en marcha mecanismos para garantizar los seguros de crédito.

También se quejó de que las autoridades europeas, imitando al BCE, vetaran el pago de dividendos por parte de las empresas aseguradoras. «Las aseguradora no tenemos problemas de liquidez ni de solvencia. No estaba justificado», lamentó.

En cuanto al impacto de la pandemia en el negocio asegurador, Gómez de Frutos detalló que en febrero la actividad aseguradora ya sufría una caída en su facturación del 2,5% en comparación con un año antes, y que en mayo ese descenso se había intensificado en diez puntos porcentuales. Y ello, con varios perdedores fundamentales: los seguros de ahorro y la asistencia en viaje, entre ellos.

Pero insistió en que el sector sobre todo teme lo que pueda ocurrir en el año 2021 en el caso en que la incidencia de la pandemia se prolongue: «Es evidente el impacto que este año se va a sufrir en facturación y en siniestralidad -sobre todo en algunos ramos-, pero donde nos lo podemos jugar más es en 2021, en la medida en que cuando llegue la renovación de contratos, los clientes puedan tomar decisiones«, transmitió Gómez de Frutos.

La presidenta de la patronal del seguro también ha alentado a mejorar las cifras de ahorro en España: «Hay una cierta prevención a la hora de defender el ahorro como algo virtuoso. Y esa prevención tiene que desaparecer». «Nos hace falta ahorro capaz de financiar los proyectos de los actores económicos. La salida de la crisis se financia con ahorro propio. Si no, con el ahorro de otros y al coste que nos quieran poner», concluyó Gómez de Frutos. Destacó que la mediana de los seguros de ahorro en Europa se encuentra en los 5.200 euros, que en España esa cifra baja a los 4.350 euros y que en Dinamarca asciende a los 53.000 euros.