Telefónica gana un 22% menos hasta septiembre a la espera del desembarco total de los saudíes

Los ingresos no varían respecto al año pasado, con un total de 30.418 millones de enero a septiembre, aunque si se tiene en cuenta solo el tercer trimestre la facturación de la compañía ha caído casi un 3% hasta los 10.023 millones de euros como consecuencia del comportamiento de las divisas, explica la operadora. En concreto, la caída se debe a un ajuste contable realizado en la filial peruana de la compañía, donde ha perdido 314 millones de euros. Sin este ajuste, el grupo hubiera elevado sus beneficios casi un 17% hasta los 1.914 millones de euros.

Respecto a la deuda, la compañía cerró el tercer trimestre en 28.748 millones, lo que son 492 millones menos que el trimestre anterior pero un 8% más que hace un año debido a las inversiones financieras de 1.150 millones al adquirir acciones de Telefónica Deutschland y a a remuneración de 1.324 millones a los accionistas. En cuanto a la rentabilidad de la compañía, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de Telefónica entre enero y septiembre alcanzó los 9.684 millones de euros, un 0,4% más que hace 12 meses.

En este contexto, Telefónica mantiene sus previsiones para 2024, que pasan por un crecimiento de los ingresos de en torno al 1%, mientras que el avance esperado del Ebitda y de la caja operativa se sitúa en ambos casos en una horquilla de entre el 1% y el 2%.

Además, Telefónica ha confirmado la remuneración al accionista correspondiente a 2024, que consiste en un dividendo en efectivo de 0,30 euros por título pagadero en dos tramos, el primero en diciembre de este año (0,15 euros) y el segundo en junio de 2025 (0,15 euros).

La operadora aprovechó la jornada de resultados para anunciar la renovación para los próximos cinco años de su acuerdo mayorista de fibra con Vodafone España a través dela firma de un nuevo contrato con Zegona, el fondo británico dueño de Vodafone España desde el pasado mes de junio.

En un comunicado, Zegona recuerda que este año ha firmado acuerdos tanto con Telefónica como con MasOrange para la creación de empresas conjuntas de fibra con el objetivo de «completar la transformación de la estrategia fija de Vodafone España». El nuevo contrato mayorista entrará en vigor el 1 de enero y sustituirá al actual, que vencía a final de año.

Estos resultados se enmarcan en un contexto complejo para una compañía poco acostumbrada a los sobresaltos pero que desde hace un año lleva viviendo unos cambios en su accionariado que le han hecho acaparar todas las miradas. El Estado decidió poner fin a 17 años de privatización total de la compañía y el pasado mes de diciembre aprobó que la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) se hiciera con el 10% de las acciones de Telefónica en respuesta a la entrada de fondo saudí STC en septiembre de 2023 con el 9,9% del capital -un 5% en acciones directas y el resto en derivados financieros a la espera del visto bueno del Gobierno, que aún no se ha materializado-. La SEPI comenzó a principios de abril su compra de acciones con un tímido 3% pero ya posee el 10% y es su máximo accionista.

Hace solo unos meses que Telefónica pasó a ser por primera vez en la historia la segunda operadora del país, ahora que Orange y MásMóvil se han fusionado creando MasOrange. Y ello ha motivado que Digi se convierta en la beneficiaria de los 'remedies' (concesiones) que la Comisión Europea impuso para aprobar la fusión y que Telefónica haya firmado un acuerdo de red móvil «a largo plazo» con la operadora de origen rumano, que aún no tiene aún suficiente infraestructura en el mercado nacional para ofrecer su propia red, por lo que necesita este acuerdo. Hace unos meses los analistas de Barclays cifraron en 300 millones de euros el impacto económico para Telefónica que tendría que Digi no renovase su contrato mayorista con ellos.