El sector alimentario pide impuestos «justos» y rechaza la renta mínima: «La gente necesita un trabajo, no un subsidio»

Pero a pesar de la necesidad de esta industria, Pascual lamentaba que hay empresas muy afectadas del sector en esta crisis, sobre todo por el parón de la hostelería, que para algunas compañías supone la mitad de su facturación. «Hay 800 empresas que pueden desaparecer por esta situación», alertó el directivo.

Por ello, instó a la colaboración público-privada y reclamó «claridad, agilidad y seguridad» en las decisiones del Gobierno. Además, los diferentes líderes empresariales del sector apostaron por el aplazamiento de impuestos y las cotizaciones sociales para que tanto pequeñas como grandes empresas «puedan asumir este momento hasta que su actividad vuelva a la normalidad». Por ello, en relación con los ERTE, pidieron ampliarlos hasta que dure la inactividad y que sean flexibles dependiendo del sector.

«Necesitamos un sistema fiscal justo que contribuya al desarrollo económico, a la creación del tejido industrial que es tan necesario en este momento», indicó Antonio Hernández Callejas, presidente del Grupo Ebro, durante su intervención en la cumbre de la CEOE.

Asimismo, Callejas explicó su disconformidad con la renta mínima recientemente aprobada por el Gobierno: «No se puede permitir que nadie pase hambre, pero las políticas de renta básicas permanentes consiguen «hacer clientelismo» y «adoctrinar a la gente a que se acostumbre en la ociosidad y no en la generación». Así, señaló que se puede llegar a acabar con la libertad individual y aseguró que «la persona necesita un trabajo, no un subsidio para no instalarse en el conformismo».

Por otro lado, los empresarios también reivindicaron la necesidad de que la economía española sea menos dependiente a ciertos sectores. «La interdependencia del turismo y la construcción no es buena, hay que mejorar la posición en industria y ciencia para que la economía sea más variada», explicó el presidente del Grupo Ebro. En su opinión, la gran dependencia del turismo hace que ahora la salida de la crisis sea «más compleja» en España que en otros países europeos «más diversificados».