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Dicho y hecho. Apenas unas horas después de que el Gobierno alcanzara el acuerdo con varios grupos parlamentarios para finiquitar el gravamen energético, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha anunciado que «el problema se ha terminado» y ha dado por reactivado el ... compromiso con las inversiones que tenía programadas la compañía en su plan estratégico para España y sus centros industriales.
El ejecutivo, que había liderado las protestas del sector energético contra la intención del Gobierno para prorrogar el impuesto energético a partir de 2025, ha señalado en una conferencia ante analistas que «en este nuevo ambiente de estabilidad regulatoria», después de que el Gobierno acordara este miércoles con Junts y el PNV 'tumbar' la posibilidad de hacer permanente este gravamen, se puede así levantar la situación de 'stand by' en que se encontraban estas inversiones.
De hecho, el primer ejecutivo de Repsol indicó que las primeras decisiones finales de inversión (FID, por sus siglas en inglés), tras las «positivas noticias» de la caída del denominado 'impuestazo' por el sector, se podrían empezar a tomar en 2025 para los proyectos previstos para impulsar el hidrógeno renovable en Cartagena, Bilbao y la Ecoplanta en Tarragona. «Ahora es el momento para nosotros de enfocarnos en el futuro y las oportunidades que están por venir. Y esta positiva decisión que vimos ayer nos permite avanzar con las inversiones industriales que tenemos planificadas en España», ha indicado.
La presión de Imaz ha sido constante prácticamente desde hace un año, cuando PSOE y Sumar incluyeron en su acuerdo de investidura la prórroga del tributo energético, que se había planteado inicialmente como excepcional por la crisis de la inflación y de precios eléctricos. En las últimas semanas, esa fricción ha ido a más, después de que el Ejecutivo incluyera en el plan fiscal remitido a Bruselas esa medida fiscal. En este contexto, apareció Junts para indicar que votarían en contra del impuesto por afectar gravemente a las inversiones de Repsol en Cataluña.
La firma ha sido el grupo más damnificado del sector energético en estos dos años por este gravamen especial, con el abono de casi 800 millones de euros -444 millones en 2023 y unos 335 millones de euros este ejercicio-. En el caso concreto de Tarragona, Repsol cuenta con un 'megaproyecto' para construir una planta de valorización de residuos por un valor de 750 millones de euros.
La energética ha alcanzado un resultado neto de 1.792 millones de euros en los primeros nueve meses de 2024, lo que supone un recorte del 36% frente a los resultados del mismo periodo del año anterior, al estar marcado «por la volatilidad de los precios de la energía y los márgenes industriales», según indica la corporación. En el tercer trimestre, el resultado neto ha ascendido a 166 millones de euros, un 75% inferior al del trimestre anterior y 88% inferior al del tercer trimestre de 2023.
El grupo apunta que ese resultado neto incluye el impacto del impuesto sobre beneficios «con un tipo efectivo global del 34%». Entre enero y septiembre, la actividad de Repsol ha generado «una contribución fiscal en España de más de 6.500 millones de euros», de un total global de 9.462 millones de euros en el periodo. Repsol pone sobre la mesa estos datos el día de presentación de resultados después de meses de fricción con el Gobierno a cuenta de la posible prórroga del gravamen energético, que finalmente ha quedado varado después de que el Ejecutivo no haya alcanzado un acuerdo con los grupos parlamentarios, sobre todo por la presión de Junts y su temor por el futuro de las inversiones en la planta de Tarragona.
Por su parte, el resultado ajustado, que mide específicamente el comportamiento de los negocios, descendió un 30%, hasta 2.684 millones de euros en los primeros meses del año.
Los precios del crudo Brent han experimentado volatilidad en el periodo, con una media de 82,8 dólares por barril, similar al periodo equivalente de 2023. Por el contrario, la cotización media del gas Henry Hub, de referencia en Estados Unidos, disminuyó un 22% respecto a 2023, hasta 2,1 dólares por MBtu, y se registraron unos precios muy bajos de la electricidad en España, un 43% inferiores a los del año anterior.
La compañía lanzó el pasado mes de febrero su Actualización Estratégica 2024-2027, que impulsa la apuesta multienergética de la compañía y prioriza la remuneración al accionista. Siguiendo esta línea, Repsol ha puesto en marcha este año la primera planta dedicada exclusivamente a la producción de combustibles 100% renovables a escala industrial de la Península Ibérica y avanza en la comercialización de estos combustibles en más de 580 estaciones de servicio en España y Portugal.
Además, la compañía ha puesto en operación 897 MW de generación solar y eólica en los últimos doce meses, principalmente en España y Estados Unidos, lo que ha contribuido a que la producción eléctrica con energías renovables casi se duplique en el tercer trimestre frente al año anterior, hasta alcanzar los 1.587 GWh.
La capacidad instalada de generación de electricidad solar y eólica ha crecido fuertemente este ejercicio, hasta alcanzar los 2.464 MW al final del tercer trimestre, lo que supone un aumento del 57% en un año. La compañía cuenta con una cartera de proyectos de 60.000 MW en varias fases de desarrollo, de los que 2.870 MW se encuentran ya en construcción.
La planificación estratégica contempla que Repsol invertirá entre 3.000 y 4.000 millones de euros netos para desarrollar orgánicamente su cartera global de proyectos renovables y alcanzar entre 9.000 MW y 10.000 MW de capacidad instalada en 2027.
Durante los nueve primeros meses del año, la compañía ha aumentado un 42% el volumen de energía eléctrica vendida en España en comparación con el año anterior, hasta alcanzar 4.616 GWh.
Repsol cuenta con 2,4 millones de clientes de electricidad y gas en España y Portugal (un 11% más respecto al cierre de 2023) y es el cuarto operador del mercado eléctrico en España. Los clientes digitales de Repsol, presentes sobre todo en la app Waylet, se sitúan cerca de 9 millones en septiembre, un crecimiento de más de un millón de clientes digitales únicos frente a los 7,9 millones de finales de 2023.
El área de Exploración y Producción ha alcanzado una producción media de 577.000 barriles equivalentes de petróleo al día entre enero y septiembre. Repsol ha avanzado en el desarrollo de proyectos clave de producción de hidrocarburos que aseguran la competitividad futura en este ámbito y el mantenimiento de una cota de más de 550.000 barriles equivalentes de petróleo al día hasta 2027.
La compañía ha anunciado que los accionistas percibirán un dividendo de 0,475 euros brutos por acción en enero de 2025. En el ejercicio 2024 la compañía ha abonado 0,9 euros brutos por acción en efectivo, lo que representa un alza aproximada del 30% respecto a 2023.
En julio la compañía amortizó 40 millones de acciones propias, representativos del 3,29% del capital social previo a la reducción, tras completar un primer programa de recompra de acciones. Ese mismo mes, el Consejo de Administración acordó amortizar 20 millones de títulos adicionales, para lo cual se puso en marcha el 7 de agosto un nuevo plan de recompra de acciones actualmente vigente.
En total, Repsol prevé alcanzar un rango de distribución a los accionistas de entre el 25% y el 35% del flujo de caja operativo del periodo del Plan Estratégico 2024-2027.
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