Netflix tributará en España a partir del 1 de enero por sus ingresos locales

Así, el beneficio generado por su actividad en España se verá reflejado en sus cuentas e impuestos españoles, según adelanta Cinco Días y ha confirmado la empresa estadounidense a este periódico. Hará un «cambio de modelo de distribución» con el que se reconocerán los ingresos que generen en España en el país, lo que responde a la «evolución de la actividad y al compromiso con el país», aseguran desde la compañía.

«Somos parte integral del ecosistema audiovisual en España. Nuestra contribución en 2019 ha sido clave para llevar adelante producciones en varias comunidades autónomas; para generar miles de puestos de trabajo y dinamizar el sector. Tenemos un compromiso a largo plazo con la creación española y apostamos firmemente por desarrollar un sector lo más diverso posible», señala un portavoz de Netflix.

Este cambio en su modelo de distribución, que también se realizará en otros países europeos. En España la compañía empezó a operar en 2015 pero siempre había facturado a sus clientes desde Holanda, un país con unos impuestos a las empresas más favorable que el nuestro.

Este desvío supuso que Netflix declarar en España en 2018 unos ingresos de poco menos de 540.000 euros y un beneficio neto de 9.500 euros, cifras muy lejanas a su negocio real dados los más de 4 millones de suscriptores en nuestro país y de las cifras declaradas por la compañía en Holanda, de más de 5.500 millones de euros.

La compañía asegura tener un firme compromiso con España, donde rodó 30 producciones originales en 2019, de las que 25 eran locales y cinco internacionales. Estas producciones dieron trabajo a 5.600 personas como parte del elenco y equipo técnico y generaron el equivalente a 33.000 días de trabajo para los extras, según los datos facilitados por la empresa.

Esta decisión llega solo unas semanas después de que se conociera que las plataformas como Netflix, HBO o Amazon Prime estarán obligadas a destinar el 5% de sus ingresos en España a financiar cine europeo por la Ley General de Comunicación Audiovisual, al igual que las televisiones tradicionales y las empresas de telecomunicaciones. Los únicos que quedan exentos serán las plataformas que facturen menos de 10 millones de euros al año en España por dar sus servicios, algo que se controlará por la CNMC, donde tendrán que inscribirse en un registro tutelado por ella aportando por primera vez datos como número de suscriptores y cuotas cobradas para que cumplan con sus obligaciones tributarias.