Miles de trabajadores del fabricante alemán de automóviles Volkswagen se han sumado este lunes a los paros convocados por el poderoso sindicato gremial IG Metall para protestar contra los planes de ahorro de la dirección y la amenaza de despidos y cierres de factorías en ... el país. La huelga, de carácter intermitente y dos horas de duración por turno laboral, afecta a nueva de las diez fábricas de la compañía en el Estado germano, con una participación simultánea de hasta 10.000 empleados, aunque la producción continúa con relativa normalidad entre paro y paro.
Publicidad
Una parte de los trabajadores que se han sumado a los paros protagonizaron una manifestación en la sede central del consorcio en Wolfsburgo que acabó ante el edificio que alberga la dirección del grupo al grito de «Dispuestos a la huelga a nivel nacional». En otras plantas, como las de Zwickau y Emden, las protestas tuvieron lugar a las puertas de las fábricas, mientras que en Braunschweig miles de personas marcharon por el centro de la ciudad. Thorsten Gröger, jefe negociador del sindicato industrial IG Metall, afirmó que esta protesta hará daño a la jefatura de la empresa, pero subrayó que se trata «solo de una advertencia».
En el caso de que la dirección de Volkswagen continúe planteando exigencias máximas de ahorro a sus trabajadores, las protestas se endurecerán, según afirmó el representante del sindicato al que está afiliada más del 90% de la plantilla de la empresa automovilística en Alemania. Daniella Cavallo, presidenta del comité de empresa de la firma de automóviles, subrayó que todo depende ahora de lo que suceda en la próxima reunión negociadora la semana próxima y advirtió de que, de ser necesario, «llevaremos a cabo una lucha laboral a la medida de Volkswagen».
«No deseamos este conflicto, pero estamos dispuestos a seguir adelante mientras la dirección solo apueste por recortes salariales y despidos, en vez de plantear perspectivas», destacó Gröger. «Si es necesario, se convertirá en el conflicto más serio que Volkswagen ha visto jamás», afirmó el representante sindical. El conflicto se centra en los salarios de los 120.000 empleados de las fábricas. La dirección ha planteado recortes salariales del 10%, a la vez que no descarta despidos y la clausura de plantas de producción.
IG Metall quiere evitar esas medidas a toda costa y exige planes de futuro para todas des sedes de VW en Alemania. La dirección de Volkswagen declaró que respeta el derecho de los trabajadores a realizar los paros y aseguró estar dispuesta a una solución consensuada con los representantes laborales. Sin embargo, el viernes pasado rechazó ya de plano por «insuficiente» el concepto de ahorro planteado por el sindicato y el comité de empresa sin despidos ni cierres de fábricas.
Publicidad
La dirección de la empresa considera los recortes inevitables ante la subida de los costes de producción y el retroceso de las ventas de nuevos vehículos. El propio jefe de la marca VW, Thomas Schäfer, declaró que la clausura de plantas de producción es «inevitable». Los paros fueron convocados tras expirar este fin de semana la llamada paz laboral pactada por dirección y comité de empresa en el último convenio.
La huelga de este lunes es la mayor de VW en años. La última tuvo lugar en 2018 en todas las grandes plantas al oeste de Alemania con motivo de la negociación del convenio colectivo y contó con la participación de más de 50.000 empleados.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.