Iberdrola duplica a 150.000 millones su plan de inversiones

Esta revisión al alza le permitirá alcanzar una potencia instalada de 95 gigavatios (Gw) al final de la década y una base de activos regulados de 60.000 millones, que serán 47.000 millones en 2025. Al cierre de 2020, el valor de esos activos ascendía a 31.100 millones y en 2021 seguirá creciendo hasta los aproximadamente 36.000 millones con las aportaciones de las operaciones pendientes de integración de PNM Resources, en Estados Unidos, y la distribuidora CEB-D, en Brasil.

La vuelta de tuerca a su plan de inversiones llegará después de un año como el de 2020 en el que las inversiones del grupo han alcanzado otro récord, al superar los 9.246 millones, un 13% más que el año anterior. La mayor parte de este volumen se destinó al desarrollo de proyectos renovables y redes eléctricas para acelerar la recuperación, en línea con la estrategia del grupo.

Estas inversiones son las que explican en buena medida que Iberdrola cerrara el año de la pandemia con un resultado récord de 3.610 millones, lo que supone un crecimiento del 4,2% con respecto a 2019, a pesar del complejo contexto que vivió la economía de todos los países en los que opera. Ese auge sería del 10% si se excluye el impacto del coronavirus, de 238 millones. Para este ejercicio, espera alcanzar unas ganancias de entre 3.700 y 3.800 millones, lo que supondría otra cifra histórica.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 10.715 millones, con un crecimiento 8%, si se excluye el impacto del coronavirus y el efecto estadístico por los tipos de cambio de divisa de los territorios donde opera. Además, la eólica marina aporta 585 millones tras crecer un 72%.

En el caso del negocio en España, ha sufrido un retroceso que se debe a la caída de la demanda y los efectos de la parálisis del país. Esa circunstancia ha sido compensado por el crecimiento en otros territorios, que aportan ya dos tercios del resultado. En el negocio español, Iberdrola redujo su resultado de explotación un 5% y vio caer su beneficio un 13%. Pese a esta evolución, las inversiones crecieron un 21%, hasta 2.100 millones.

Con los resultados cerrados, Iberdrola propondrá una retribución al accionista con cargo a 2020 de 0,42 euros por acción, un 5% más que en 2019. El consejo de administración propondrá a la junta de accionistas la aprobación de un reparto de dividendo complementario, de 0,252 euros/acción, que se sumarán a los 0,168 euros por acción abonados en concepto de dividendo a cuenta. Para 2021, la compañía prevé la distribución de un dividendo hasta 0,44 euros por título.