IAG pierde 1.300 millones en el tercer trimestre y empeora sus previsiones

Estos malos resultados le han hecho vivir una sesión de fuerte volatilidad en la Bolsa, ya que después de llegar a caer un 5% en los peores momentos de la jornada, cerró con un alza del 4,28%, a la cabeza del Ibex.

La crisis sanitaria hizo que el grupo redujera un 78,6% su capacidad (asientos/kilómetro ofertados) y que el tráfico de pasajeros se desplomara un 88% de julio a septiembre, en plena temporada turística. Y aunque en septiembre preveía una reducción de capacidad del 46% al 60% en el cuarto trimestre por la introducción de nuevas cuarentenas a los viajeros en Europa, ahora reconoce que las reservas «no han evolucionado como se esperaba» por la segunda ola del virus. Incide en que las medidas que reemplazan las cuarentenas entre destinos europeos, como los corredores aéreos «no han sido adoptadas por los gobiernos tan rápido como estaba previsto», lo que dificulta aún más su negocio.

Por ello recorta su previsión para el cuarto trimestre, vaticinando que su capacidad no podrá ser superior al 30% en comparación con las cifras del año pasado. Aún así, el grupo destaca que su posición de liquidez «continúa siendo sólida», ya que a cierre de septiembre contaba con una liquidez total de unos 6.600 millones de euros, de los que cerca de 5.000 millones se corresponden con efectivo, equivalentes de efectivo y depósitos remunerados, y alrededor de 1.600 millones son líneas de financiación generales y de aeronaves comprometidas y no utilizadas.

A su vez, a principios de octubre el grupo recibió 2.740 millones de euros de ingresos brutos como resultado del aumento de capital, con lo que la liquidez total 'proforma', precisa, sería de 9.300 millones aproximadamente.

Ante la mala situación, el grupo ha comenzado a tomar medidas de recortes en algunas de sus compañías. Es el caso de Vueling, donde este mismo jueves se firmó con los sindicatos un acuerdo por el que los más de 1.000 pilotos han aceptado una reducción salarial, mientras que la compañía se compromete a mantener los puestos de trabajo bajo un ERTE y repartiendo la carga de trabajo entre toda la plantilla.

El acuerdo estará en vigor durante todo 2021. Lo acordado va enfocado a permitir que la compañía sobreviva ante la «mayor crisis de la historia de la aviación» devenida de la pandemia y las restricciones a la movilidad. La compañía podrá recortar gastos laborales fijos a través de esta «importante rebaja salarial», que está «acorde» a la reducción de producción de la aerolínea, ya que los pilotos percibirán un salario proporcional a la actividad realizada.

En los casos de cierre de bases, los pilotos tendrán la oportunidad de trasladarse de manera voluntaria a la base de Barcelona, o a determinadas bases temporales que abra la compañía en función de las previsiones de tráfico aéreo. La Sección Sindical de Sepla valora positivamente la firma de este acuerdo, ya que permitirá mantener los puestos de trabajo.