La guerra entre Iberdrola y Repsol tiene cita este jueves en los juzgados

¿Ha hecho Repsol 'greenwashing' -ecopostureo- en sus campañas de publicidad? ¿Puede considerarse que los combustibles fabricados a partir de aceites recuperados son renovables como asegura la compañía que preside Antonio Brufau? Estas son algunas de las cuestiones que tendrá que dilucidar una sentencia que puede ver la luz antes de que finalice el año.

La guerra viene de lejos. Repsol e Iberdrola chocaron por una campaña lanzada por Iberdrola en la que se daba a entender que la Unión Europea va a prohibir las calderas de gas y animaba con ello a la sustitución de estas instalaciones por sistemas de bomba de calor, que solo consumen electricidad. Repsol llevó el asunto a una mediación de Autocontrol -un organismo formado por 600 empresas que representan el 70% de la facturación publicitaria- y lo ganó. Es cierto que hay una directiva de la Comisión Europea sobre el asunto, también que aún no ha sido trasladada a la legislación española, pero también lo es que estarán admitidas en el futuro calderas que quemen gases renovables o hidrógeno, por ejemplo.

Iberdrola decidió ir a los tribunales en la fase de contraataque y, al menos, ha obtenido ya el respaldo de la todavía vicepresidenta tercera del Gobierno de Pedro Sánchez, Teresa Ribera, que se ha felicitado de que «una empresa denuncie» los excesos que se cometen con la utilización de términos 'verdes' -sostenible, renovable y otros similares- para revestir productos que no pueden merecer esa consideración.

Si Iberdrola ha abanderado esta guerra judicial con la defensa de lo 'verde puro' frente al 'verdor teñido', desde Repsol se sostiene la tesis de que tan solo hay un problema por la evolución del mercado. «No están acostumbrados a competir» han llegado a transmitir desde Repsol. Lo cierto es que la petrolera, en su particular proceso de transición energética, no para de robar mercado de comercialización eléctrica al líder indiscutible que es Iberdrola. En la actualidad Iberdrola controla el 33,1% del mercado -puntos de suministro de electricidad- mientras que Repsol tiene el 5.4%. La clave, sin embargo, es que en los últimos cuatro años Iberdrola no ha dejado de perder clientes al tiempo que Repsol -ya tiene 1,6 millones en la actualidad- crece de forma acelerada. Su oferta combinada de gasolinas -con descuentos de hasta 20 céntimos por litro-, gas y electricidad ha tenido éxito. Los jueces deben determinar ahora si ha habido un mensaje engañoso para escalar posiciones en ese mercado.