El Gobierno advierte a Ferrovial que vigilará la «letra pequeña» del cambio de sede

En declaraciones en los pasillos del Congreso, Montero matizó que no habrá ninguna «decisión proactiva» desde el Consejo de Ministros para frenar la operación. Pero asegura que, si se va a producir un cambio de sede, la operación será seguida de cerca para evitar que se dañen los intereses del país.

La ministra desvinculó además la decisión de la constructora con la puesta en marcha de la propuesta del tipo mínimo del 15% en el impuesto de Sociedades, que el Ejecutivo acaba de sacar a consulta pública.

«Estamos pidiendo un plus patriótico a Ferrovial», indicó, recordando que la compañía ha crecido gracias a las licitaciones públicas en España. «Nunca tuvo razones para marcharse y sigue sin tenerlas», insistió Montero, pese a recordar que se trata de una decisión de un grupo privado y por ello lo «respeta».

La compañía, que esta semana también ha recibido el recelo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por su decisión -más bien, por los motivos con los que la justifica- decidió reunir el jueves a los inversores de renta fija para explicar la operación.

Un encuentro online finalmente se limitó -en lo referente al proceso que marcará 2023- a una brevísima exposición de apenas siete diapositivas desgranadas en unos minutos, sin opción a preguntas por parte de los inversores y sin aportar novedades respecto a su proceso de reorganización corporativa.

En el encuentro con inversores, que se produce una semana después del anuncio de la compañía, Ferrovial ha vuelto a insistir en que el objetivo de trasladar su sede social a Países Bajos y la triple cotización en Bolsa (España, holanda y EE UU) es mejorar su liquidez y las condiciones de financiación. Un proceso que, según explican, «no afectará al empleo, las inversiones ni la actividad generada en España».