La falta de mano de obra ensombrece la recuperación de la actividad de las empresas

En concreto, la existencia de dificultades en este ámbito es una percepción compartida por el 44,2% de las empresas, casi dos puntos porcentuales más que hace tres meses y afectando a sectores que ya no se limitan solo a los más altamente cualificados. Por sectores de actividad, los problemas son especialmente marcados en la agricultura, la hostelería y la construcción, donde más de la mitad de las empresas declaran estar viéndose afectadas.

Esta mayor sensación de preocupación por parte de los empresarios coincide con los esfuerzos del Gobierno para sacar adelante su plan de reducción de la jornada, que entraría en vigor a partir del próximo año si cumple su compromiso en el acuerdo de legislatura. La propia patronal ya ha denunciado en numerosas ocasiones que, si actualmente, con la jornada laboral de 40 horas, no pueden cubrir las demandas del mercado, hacerlo con las 37,5 horas semanales será prácticamente imposible.

El Banco de España señala además otras graves consecuencias que pueden entorpecer la actividad empresarial en los próximos meses. «Estas diferencias pueden contribuir a explicar la evolución de los costes laborales desde el punto de vista sectorial, ya que las ramas en las que se observa una mayor incidencia de estos problemas de mano de obra tienden a coincidir con las que anticipan mayores incrementos de sus costes laborales a un año vista», apunta el supervisor.

Desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), por ejemplo, llevan tiempo advirtiendo de este riesgo. Aseguran que se necesitaría incorporar un total de 700.000 empleados al sector, del que dependen temas claves como las infraestructuras y la vivienda, que tanto escasea en la actualidad. Por eso, abogan por una mayor flexibilización de las jornadas y por agilizar los trámites para traer a inmigrantes y poder formarles.

Todo en un momento agravado por los efectos de la DANA, que también engordarán este serio problema que afronta el mercado laboral español. La patronal de la construcción ya se pronunció en este sentido, advirtiendo que harían falta un mínimo de 30.000 trabajadores para comenzar la reconstrucción de las zonas devastadas por la tragedia.

Tras preguntar a las empresas, el Banco de España también observa cómo los efectos de la DANA han tenido mayor incidencia en la actividad de las empresas localizadas en la Comunitat Valenciana. En concreto, las empresas de esta comunidad señalan que están más afectadas por la falta de demanda en 4 puntos porcentuales más que el total nacional. Del mismo modo, y más allá de la mano de obra, también se muestran más preocupadas que el resto por los problemas de suministros, los mayores costes energéticos (6 puntos más) y la mayor incertidumbre sobre la política económica (casi 10 puntos más que el total del territorio).

La falta de mano de obra se ha perpetuado como una de las principales preocupaciones de las empresas españolas, junto a las dudas en torno al futuro de la política económica, en un momento de ausencia de Presupuestos y donde los pactos imposibles son prácticamente el pan de cada día para sacar adelante las medidas del Gobierno.

De hecho, el porcentaje de compañías afectadas negativamente por la incertidumbre de la política económica se sitúa en el 53%, 6 puntos más que hace tres meses, manteniéndose como el principal factor condicionante de la actividad. «Aunque la incidencia de este factor es bastante generalizada por ramas de actividad, la agricultura, la industria y el transporte son las que señalan una mayor afectación (65%, 63% y 60%, respectivamente), en contraste con el menor porcentaje en otras ramas de servicios distintas del transporte», indica el Banco de España.

Estas dos preocupaciones -la económica y la falta de mano de obra- ensombrecen la mejora que sí se observa en la actividad empresarial en otros términos, con la mayoría de compañías percibiendo un aumento de la facturación para el cuarto trimestre de 2024, frente a los descensos del mismo periodo en los dos años anteriores.

En concreto, el porcentaje de empresas encuestadas cuyas ventas han aumentado en este período es del 29,8 por ciento, 4,4 puntos porcentuales más que en el trimestre anterior. Asimismo, el porcentaje de las empresas que perciben descensos en su facturación ha bajado al 22,6%, casi 6,8 puntos menos que hace tres meses. De cara al primer trimestre de 2025, las empresas anticipan una modesta mejora de la facturación.

En términos de empleo, las empresas encuestadas también declaran avances, tras el retroceso del trimestre anterior. La proporción de sociedades que indican que ha aumentado su nivel de empleo es del 21,3%, 6 puntos más que en el trimestre anterior. Además, para el primer trimestre de 2025, al igual que sucede con la facturación, las perspectivas también apuntan a un avance de la ocupación.

Por su parte, las empresas apuntan una evolución positiva de la actividad inversora en el cuarto trimestre, frente a los retrocesos registrados en el mismo trimestre de los dos años anteriores. De esta forma, un 18,5% de las empresas aumentaron su inversión en el cuarto trimestre, 2 puntos más que en el trimestre anterior.

En lo referente a la variación de los precios de venta, se observa cierta estabilidad en este indicador, en línea con lo anticipado por las empresas hace tres meses. En concreto, un 19,4% de las empresas declaran haber subido sus precios en este trimestre, apenas 2 puntos más que en el tercero. En cuanto a las perspectivas de los precios de venta para el siguiente trimestre, se espera un repunte, lo que puede ser reflejo de un efecto calendario, ya que en muchas actividades los ajustes de los precios tienden a concentrarse a principios de año.

En el caso de los costes laborales, se observa un ligero avance de las presiones alcistas. Así, en el conjunto de la economía, el 69% de las empresas esperan que a un año vista se produzcan crecimientos de los costes laborales, porcentaje similar al del trimestre anterior.