Los expertos prevén enfriamiento económico por el desplome del consumo

Así, caen casi veinte puntos respecto al informe de junio pasado (del 51% al 33%), los encuestados que califican como buena la situación actual, y suben en una proporción casi idéntica (hasta el 61%), los que la consideran regular. Al preguntar sobre cómo evolucionará la actividad dentro de un año, una mayoría del 53% prevé que vaya a peor. Todo ello se concreta en una previsión de crecimiento de la economía española del 2,1% para 2023, y del 1,6% para 2024, tres décimas menos que en el estudio del trimestre anterior.

Aún así es una previsión más optimista que la que hizo la OCDE la semana pasada, que calcula que la economía española crecerá un 1,4% el año que viene, y BBVA Research, que opina que avanzará un 1,5%. Es medio punto menos que los pronósticos del Gobierno, que en su Plan Presupuestario enviado a Bruselas apunta a un avance del 2% en 2024.

Los expertos consultados justifican el freno en la expansión económica en que la caída de la demanda, ya que prevén que las familias moderen su consumo en los próximos seis meses. A su juicio, el parón más significativo lo va a experimentar la compra de vivienda, que va a disminuir según el 75% de los encuestados.

Por parte de las empresas, el factor determinante será el impacto que tendrá en la actividad el deterioro de nuestros principales mercados exteriores en las exportaciones. Crece en diez puntos, hasta el 53%, los que dicen que la situación económica y financiera de las compañías es regular, y sube al 47%, los que creen que las perspectivas de los mercados exteriores son desfavorables.