Los empresarios cargan contra Díaz por generar «ruido» en torno al despido

Sus espadas siguen estando en alto, y más tras el anuncio lanzado en estos últimos días por parte de Díaz de que el Gobierno trabajará «pronto» para reformar el coste del despido. Esta materia se había pactado no tocar en la reforma laboral aprobada hace poco más de un año al ser una línea roja para los empresarios, por lo que lo consideran una nueva afrenta al diálogo social.

Así, mientras Antonio Garamendi, en medio de la polémica que se ha generado en torno a su salario y situación laboral en la CEOE, optó por un perfil más discreto en el acto de ayer, su vicepresidente y el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, sí aprovechó la ocasión para mostrar su malestar y cargar contra «la vicepresidenta de todos los españoles» por «generar inseguridad jurídica y ruido», que «es lo que no necesita en este caso la pequeña y mediana empresa», al hacer «anuncios de medidas que no están contrastadas», en referencia al 'despido a la carta' que ha defendido la diputada gallega en la última semana.

El vicepresidente de la CEOE hizo una loa del diálogo social por ser «una herramienta que es esencial, que ha contribuido al progreso de este país», precisamente en un momento en el que la patronal acusa a la vicepresidenta de romperlo al pactar con Bildu una enmienda en la Ley de Empleo que refuerza el control previo de la Inspección de Trabajo sobre los ERE. Por ello, le pidió a Díaz cumplir con lo que se pacta en la mesa. «Querida vicepresidenta de todos los españoles [expresión que repitió intencionadamente hasta en cinco ocasiones durante su breve intervención], te pediría, en estos meses convulsos y en el futuro próximo, la máxima consideración, el máximo respeto por el diálogo social. Creemos en esa herramienta. A lo que nos comprometamos, cumplámoslo, porque hay muchísimo trabajo detrás de ello», avisó.

De igual manera, Cuerva también exigió a la ministra «el máximo respeto y consideración por la empresa» y por los «empresarios, por ese grupo de hombres y mujeres que han decidido vivir su vida en la empresa para generar recursos y poder mantener, estamos de acuerdo, vicepresidenta de todos los españoles, el magnífico estado de bienestar de este país».

Díaz, por su parte, evitó entrar en una nueva polémica con los empresarios y se definió como una «gran defensora y admiradora del diálogo en general», en todas sus vertientes, «social, institucional, política», y le dio la razón en que «hay que transmitir la buena nueva para mejorar el diálogo social en todas las piezas».

Y mientras en la sede del Ministerio de Trabajo se celebraba este acto en el que Garamendi volvía a posar junto a Yolanda Díaz, en el Congreso se votaba una moción impulsada por Esquerra Republicana (ERC) que instaba a recuperar los 45 días de indemnización por despido improcedente con un tope de 42 mensualidades, aprovechando que Díaz se había mostrado partidaria de impulsar cambios en esta materia porque el despido en España «es muy barato».

El pleno rechazó esta medida que había sido eliminada en la reforma laboral de 2012, pero esta votación evidenció otra división que existe dentro del propio Gobierno, ya que Unidas Podemos votó a favor, tal y como había anunciado Díaz, mientras el PSOE votó en contra y lo calificó de mero «tuit» que «busca confrontar».

En cualquier caso, la polémica en torno al coste del despido no puede darse por cerrada, ya que habrá que esperar a que se pronuncie Europa tras la denuncia presentada por los sindicatos.