Tregua en la guerra entre Boeing y Airbus

La tregua, destacada como el logro de efecto más inmediato de una «asociación transatlántica que está en camino de alcanzar la velocidad de crucero» por la presidenta de la Comisión, es el resultado del «nuevo espíritu de cooperación». Un litigio con cifras multimillonarias. La Organización Mundial del Comercio (OMC) autorizó a la UE en 2020 a imponer aranceles por valor de 3.300 millones de euros al año a importaciones estadounidenses como contraprestación por las subvenciones concedidas a Boeing. En 2019 el mismo organismo internacional había permitido a Washington una carga superior, de 6.200 millones de euros, también al año, por los subsidios europeos a Airbus. En total 9.500 millones de euros.

El acuerdo fue anunciado formalmente minutos antes del final de la cumbre. «Hemos dado un paso importante para resolver la disputa comercial más larga de la historia de la OMC» (17 años exactamente), celebraba Von der Leyen. Aunque fueron los titulares de los dos equipos negociadores, el vicepresidente Valdis Dombrovskis y la responsable de Comercio estadounidense, Katherine Tai, los encargados de presentarlo mientras la cumbre de alto nivel aún se celebraba. «En lugar de pelearnos con uno de nuestros mayores aliados, nos unimos contra un enemigo común. Vamos a trabajar juntos para contrarrestar las prácticas contrarias al mercado de China en este sector», defendía Tai.

Y es que el acuerdo, además de la suspensión arancelaria, contempla expresamente la colaboración cuando «las prácticas de terceros» puedan dañar «las grandes industrias aeronáuticas» de la UE y EE UU.

Además pone en marcha un Grupo de Trabajo sobre Grandes Aeronaves Civiles dirigido por los responsables de comercio de ambas partes. También se revisa la financiación pública a los fabricantes en base a un «proceso abierto y transparente» que dará prioridad a la I+D «en la medida que lo permita la ley». Y ya con las espadas bajadas, ni la UE financiará a Airbus como tampoco EE UU lo hará con Boeing «si se causa perjuicio a la otra parte».

Si bien es cierto que el objetivo inicial que venían persiguiendo los negociadores europeos era poner fin al conflicto definitivamente, planteándose incluso una fecha de referencia en diciembre de este 2021, los cinco años de 'alto el fuego' dan algo más que un alivio a los productores europeos de distintos sectores. En el caso de España, a su aceite y vino, por ejemplo, que lidian desde hace meses con un gravamen del 25% en sus exportaciones al mercado estadounidense.

El botón de 'pausa' al litigio Airbus-Boeing no alcanza, al menos de momento, otros frentes arancelarios, como el abierto por Donald Trump nada más ocupar el Despacho Oval con el acero y el aluminio, a los que impuso gravámenes del 25% y del 10%. Ese frente queda abierto, aunque la presidenta de la Comisión Europea insistió en la idea de la «asociación transatlántica camino de alcanzar la velocidad de crucero». «Juntos podemos cumplir con nuestros ciudadanos y empresas», deseó Von der Leyen.