El dilema de quién tendrá que asumir ahora una factura millonaria

En principio, las aseguradoras del evento podrían librarse de asumir cualquier tipo de compensación tras la clausura anticipada al no tratarse por un motivo respaldado por una de las contingencias que se suelen incluir en este tipo de contratos: el temor a la propagación del coronavirus es el origen de esta decisión, pero al no estar declarada una alerta sanitaria oficial, las compañías de seguros podrían lavarse las manos con facilidad.

Posiblemente todo habría sido diferente si el Gobierno hubiera puesto sobre la mesa esa alerta por coronavirus. Así, podrían haber quedado resueltos los contratos entre GSMA y las operadoras. «Lo jurídico está por encima de lo económico, si se declara el cierre por fuerza mayor no se producirán demandas contra la organización, pero las aseguradoras tendrán que pagar compensaciones dependiendo del tipo de contrato», explican a este diario fuentes académicas. Sin embargo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, insistía este miércoles antes de conocer la decisión de GSMA que «no hay ninguna razón de salud pública para adoptar medida alguna respecto a cualquier evento previsto en Barcelona, Cataluña o España».

La responsabilidad de la cancelación estuvo hasta última hora en manos de los organizadores. Solo el gasto que asumen las empresas participantes (entradas, expositores, viajes, etc.) asciende a unos 500 millones de euros, según fuentes del sector. El alquiler de la feria supera los 150 millones, a razón de 1.200 euros por metro cuadrado. En todo este capítulo, se perderán miles de entradas con un valor de entre 799 y 4.999 euros. Y quedarán sin aplicación los cinco millones de euros que el Ministerio de Economía aporta a fondo perdido en cada edición del Mobile.

Además, se abren todo tipo de posibles reclamaciones en los sectores económicos ligados al evento, como los viajes. El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, no descartaba ayer que muchas aseguradoras tuvieran que asumir ese coste, aunque en el caso de esa compañía el impacto sería mínimo, apuntó el ejecutivo.

Sí lo notará el turismo y, por tanto, el empleo en Barcelona. El año pasado se contrataron a 1.000 camareros y cocineros de entre los 12.000 puestos que se generan. En los hoteles, las habitaciones suben de precio hasta los 2.500 euros. Y los billetes del AVE Madrid-Barcelona han superado los 200 euros para quienes los hayan comprado. «Es traumático para la cuidad, nuestro punto más alto del año», afirmó Ignacio Arias, director del hotel AC Som Marriott. La ciudad se queda sin los más de 110.000 asistentes que reactivaban su economía en unos pocos días.