Tiendas cerradas por el estado de alarma Maika Salguero

Los concursos de acreedores bajan un 22,3% hasta marzo, una cifra condicionada por el estado de alarma

Las cifras se ven afectadas por la reducción de la actividad de los juzgados a partir de la declaración del estado de alarma

Lunes, 11 de mayo 2020, 12:22

Los concursos de acreedores ascendieron a 1.501 entre enero y marzo, lo que supone una caída del 22,3% con respecto al mismo periodo del año pasado. De esta cifra, 527 concursos los protagonizaron personas físicas sin actividad empresarial, un volumen un 26,6% ... por debajo del registrado el primer trimestre del año pasado. Mientras que el número de empresas concursadas fue de 974, un 19,8% menos que hace un año.

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Dentro de esta última rúbrica, la de las empresas, en el primer trimestre sólo se incrementaron los concursos de las personas físicas con actividad empresarial, es decir, los que afectan a los autónomos: de este tipo, hubo 122 procesos concursales, lo que supone un aumento del 13% interanual. Sin embargo, las sociedades anónimas concursadas cayeron casi un 40%, hasta las 66, y las sociedades limitadas retrocedieron un 20%, hasta las 766 en concurso.

Pero, tal y como aclara el INE en la nota publicada esta mañana, la declaración del estado de alarma con motivo de la crisis sanitaria de la Covid-19 limitó la actividad de los juzgados en la segunda quincena del mes de marzo, que redujeron su tasa de respuesta, lo que podría haber afectado a los datos que se han dado a conocer.

El Registro de Economistas Forenses (REFOR) del Consejo General de Economistas, en su análisis sobre esta información, si bien destaca la limitación en la muestra estadística como consecuencia del estado de alarma, también achaca la reducción del número de concursos de acreedores en el primer trimestre a la moratoria concursal aprobada por el Gobierno que se aplica desde parte del mes de marzo y que no obliga a la declaración de concursos a partir de la segunda quincena de ese mismo mes.

De acuerdo con las cifras provisionales del INE, la mayor parte de los concursos, 1.430 de 1.501, fueron voluntarios, frente a los 71 necesarios.

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En cuanto al tamaño de las 974 empresas concursadas, la mayoría, 331 de ellas, el 34%, se encuentran en el tramo más bajo de volumen de negocio, con hasta 250.000 euros de facturación. A continuación, hubo 130 concursos entre las compañías con ingresos de entre 250.000 y 500.000 euros; y 111 entre las sociedades que facturan de medio millón a un millón de euros. Además, 53 sociedades con ingresos de más de cinco millones de euros se vieron afectadas por este tipo de procesos.

Y, en cuanto al número de trabajadores, el 51,6% del total de las empresas concursadas tiene menos de seis. Y entre éstas, el 32,2% no tiene asalariados.

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Por sectores, el 22,4% de las empresas concursadas tienen como actividad económica principal el comercio y el 13,6% la construcción. De esta manera, de las 974 compañías concursadas, 218 corresponden a la actividad comercial, 132, a la construcción, y 130 a la indutria y la energía.

En cuanto a la antigüedad de las sociedades, el 21,1% del total de ellas concursadas tiene veinte o más años, mientras que otro 19,6% tiene cuanto o menos años de vida.

Por comunidades autónomas, las que contaron con un mayor de deudores concursados en el primer trimestre fueron Cataluña (con 464), Valencia, con 208, y Madrid, con 206. Este estas tres autonomías se concentran el 58,5% del total de procesos concursales.

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El REFOR también valora el aumento de la utilización de los procedimientos de acuerdos de refinanciación no homologados que, de acuerdo con las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial publicadas en abril, se incrementaron un 17% con respecto a un año antes. En este sentido, el REFOR también observó ya en el ejercicio 2019 un aumento del empleo de las soluciones alternativas al concurso de acreedores. Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, explica: «El actual escenario económico, muy delicado y preocupante, puede ser una oportunidad para que los acuerdos de refinanciación, los acuerdos extrajudiciales de pagos y la segunda oportunidad se empleen más frecuentemente, y se mitigue así la saturación de los juzgados y las liquidaciones masivas de empresas».

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