Fallece César Alierta, el histórico presidente de Telefónica

Su carrera será recordada por haber estado al frente de Telefónica durante 16 años y convertirla en el gran coloso de las telecomunicaciones que es hoy en día. A la firma entró en 1997 como consejero y en el año 2000, a iniciativa del Gobierno de José María Aznar, fue nombrado presidente en sustitución de Juan Villalonga.

El actual presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, lamentó el fallecimiento de Alierta: «Es un día amargo para la familia Telefónica. A fuerza de latir y de querer nos deja César, un corazón abierto de par en par. Muchas gracias, querido amigo».

Aunque Alierta nunca había tenido contacto antes con el negocio de las telecomunicaciones, al tomar el mando de la empresa consiguió que la operadora acaparase un 80% del mercado español y supo aprovechar bien el tirón incipiente de la telefonía móvil en América Latina, donde hoy siguen siendo líderes. A día de hoy es la cuarta mayor operadora del mundo.

El 29 de marzo de 2016, Alierta dimitió como presidente de Telefónica y nombró sucesor a José María Álvarez-Pallete, entonces consejero delegado de la compañía, que se mantiene al frente de la empresa. Pero el aragonés no se desvinculó completamente de la operadora ya que, tras su renuncia, pasó a ser presidente de la Fundación Telefónica y Fundación ProFuturo hasta 2022, cuando su estado de salud no le permitía seguir dedicándole el tiempo necesario. Además, controlaba a través de varias sociedades el 49% de las acciones del club de fútbol Real Zaragoza hasta que en marzo de 2022 vendieron el club a un grupo inversor estadounidense liderado por Jorge Mas, accionista del Inter de Miami e hijo del histórico líder anticastrista Jorge Mas Canosa.

Durante su etapa como primer ejecutivo del grupo de telecomunicaciones presidió también el Consejo Empresarial para la Competitividad, que tenía como principal objetivo defender la imagen de la economía y las empresas españolas en el exterior.

Alierta se licenció en Derecho en 1967, pero desde los inicios de su andadura profesional sabía que lo suyo eran los negocios. Después de hacer un máster en Administración en Estados Unidos, fue alto cargo en el Banco Urquijo, del que salió para fundar la sociedad de inversiones Beta Capital y presidir el Instituto Español de Analistas Financieros. Fue un auténtico emprendedor.

Entre los reconocimientos obtenidos a lo largo de su carrera se encuentran el premio al Empresario Español Global que recibió en 2005 en Nueva York por la Cámara de Comercio en reconocimiento a la gestión desarrollada en Telefónica hasta entrar en el índice bursátil Dow Jones Global Titans 50. La operadora se convirtió en la primera empresa española y una de las pocas europeas en formar parte de este índice que acoger a las mayores 50 compañías del mundo.

En lo negativo, fue investigado en el 'caso Tabacalera' por presunto uso de información privilegiada y prevaricación por la compraventa de unas acciones de dicha compañía en una etapa anterior. Fue absuelto finalmente en 2014 al declararse prescrito el delito.

Su vida ha estado íntimamente ligada a su ciudad natal. Su padre fue alcalde de Zaragoza entre 1966 y 1970, pero sobre todo se le recuerda por haber presidido el Real Zaragoza entre 1953 y 1958, llevando al club a Primera División y construyendo durante su mandato el estadio de La Romareda en 1957. También el marido de su hermana Juana, Ramón Sainz de Varanda, fue el primer alcalde de la capital aragonesa en etapa democrática (1970 y 1986).

Pero sin duda, uno de los reconocimientos más emocionantes para él fue cuando el 17 de septiembre de 2010, el Ayuntamiento de Zaragoza le otorgó la Medalla de Oro de la ciudad, que se le entregó el mes siguiente con el inicio de las fiestas del Pilar.

También en 2011 la pequeña localidad de Villanua (Huesca) le nombró hijo adoptivo. En este pequeño pueblo Alierta vivió en los primeros años de su infancia y aún disfrutaba allí de periodos vacacionales en sus últimos años de vida.

Una de las curiosidades más destacadas es que a pesar de haber presidido la mayor operadora de telecomunicaciones de España, Alierta siempre comentaba que su teléfono móvil era uno con el que solo se podía llamar y recibir llamadas, sin conexión a internet ni mensajería instantánea.

Una vez que Alierta dejó la presidencia de Telefónica, su ocupación en la Fundación le mantuvo lejos de los focos pero volcado en proyectos solidarios, como ProFuturo, que se dedica a escolarizar niños en el tercer mundo. Un cambio de vida motivado, en gran parte, por la gran crisis personal que sufrió tras la muerte en 2015 de su esposa, Ana Cristina Placer, con la que llevaba 50 años casado.

Alierta había recuperado la ilusión sentimental en 2017 con Isabel Sartorius, exnovia del rey Felipe VI, a la que conoció por su colaboración en ProFuturo. Nunca fueron proclives a mostrar su relación en público y mantuvieron un discreto amor hasta que decidieron separarse en 2021.