Bruselas impone una multa histórica de 1.840 millones a Apple

Tras su investigación, la Comisión Europea ha concluido que las acciones de Apple son ilegales y que van en contra de la ley comunitaria en materia de competencia, ya que la compañía habría bloqueado aplicaciones de servicios de música más baratos en los dispositivos iPhone. La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha explicado que la multa supone el 0,5% del volumen de negocio total de Apple. «Es el equivalente a una multa de aparcamiento. La idea es que esta sanción evite que estas situaciones vuelvan a ocurrir en el futuro», ha destacado.

Se trata la primera sanción de este tipo a la compañía Apple. Bruselas considera probado que la tecnológica ha llevado a cabo prácticas comerciales «desleales», que «afectan negativamente a los usuarios» de dispositivos iOS. La conducta de Apple a lo largo de -al menos- diez años, «puede haber provocado que muchos de sus usuarios pagaran más por servicios de música en streaming, ya que la elevada comisión impuesta por la compañía a los desarrolladores se traslada a los consumidores con precios de subscripción más altos». Bruselas considera, igualmente, que estas prácticas también han provocado daños no monetarios, ya que sus usuarios vieron degradada su experiencia con estos servicios.

Para establecer el nivel de la multa, la Comisión ha tenido en cuenta la duración y la gravedad de las infracciones, al igual que la posición de Apple en el mercado. Finalmente, la suma ha llegado a los 1.840 millones de euros, al considerar que era necesario elevar esta suma para que sirviera de forma «disuasoria» para las demás compañías en Europa. Bruselas también ha ordenado a la compañía que elimine las disposiciones que hacen que los usuarios no reciban información sobre servicios más baratos en sus dispositivos y que se abstenga de llevar a cabo prácticas similares en el futuro.

Bruselas abrió un proceso formal contra Apple en junio de 2020. La Comisión Europea apunta que la dominancia en el mercado no es ilegal bajo las reglas europeas, pero considera que «las grandes compañías tienen una responsabilidad especial de no abusar de su posición en el mercado restringiendo la competencia».