Bruselas cuestiona la compra de Air Europa por IAG por las posibles subidas de precios a los pasajeros

El Ejecutivo comunitario señala que IAG y Air Europa «explotan una amplia red de rutas´» tanto nacionales como europeas y con origen y destino en América. Por ello, el pasado 24 de enero, Bruselas inició una investigación en profundidad para analizar si la operación reduciría la competencia en el mercado del transporte aéreo, con información dada por las dos aerolíneas y también por empresas competidoras y aeropuertos.

Como resultado de esta evaluación, la Comisión «alberga reservas» sobre la compra de Air Europa, por su posible «efecto negativo en estos mercados ya concentrados». Bruselas calcula que el gasto total de estas rutas se eleva a más de 3.000 millones de euros al año y quiere «garantizar que la transacción no tenga efectos negativos para los clientes».

Tras el envío de este pliego de cargos, que no prejuzga el resultado de la investigación de Bruselas, IAG podrá proponer soluciones para despejar las reservas preliminares de la Comisión en materia de competencia. Tanto las posibles soluciones como la respuesta de la compañía deberán llegar antes del vencimiento del plazo, el 10 de junio de este año.

El presidente de Iberia, Marco Sansavini, declaró la semana pasada que la operación es complicada y que las objeciones de Bruselas «forman parte de lo esperado». «Ese informe pondrá el acento en lo negativo, en los problemas de competencia que puede generar la compra. Pero también marcará el inicio de nuestro turno para resolver cualquier inquietud que le quede a la Comisión. Estamos seguros de que tenemos soluciones para garantizar la competencia», presentación nuevo Espacio Iberia en Madrid.

A pesar de que la operación se cerró a finales del año pasado, Bruselas anunció en enero que lanzaría una investigación y el proceso quedó en el aire en marzo, cuando la Comisión activó el mecanismo 'Stop the clock' (Parar el reloj). Esta herramienta sirve para recabar datos en torno a una fusión y se pone en marcha cuando «las partes no proporcionan una información importante dentro del plazo estipulado», explicaron fuentes comunitarias.

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, indicó en marzo que el Ejecutivo comunitario quiere asegurar que la operación «no afectará negativamente los precios o la calidad del transporte aéreo dentro o fuera de España». En su informe preliminar, Bruselas también se mostraba preocupada de que la amplia franja horaria que las dos compañías tienen en el aeropuerto de Madrid-Barajas dificulte la prestación de servicios de otras aerolíneas.