La Bolsa avala la salida de España de Ferrovial

El respaldo bursátil para la decisión del grupo comandado por Rafael del Pino es, de momento, evidente. Desde que el pasado 28 de febrero se anunciasen los planes de fusión como herramienta para cotizar en EE UU, Ferrovial se ha revalorizado un 4,3%, frente a la caída del 0,8% del Ibex-35 en el mismo periodo.

A esos niveles, suma un 12% en lo que va de año, engordando en 2.100 millones de euros su valor en Bolsa, a las puertas ya de la barrera psicológica de los 20.000 millones de euros.

Para alcanzar ese nivel, la compañía tendrá que superar un nuevo reto en el mercado: la posibilidad de que parte de los accionistas que han votado en contra del traslado ejerza su derecho de separación. Es decir, que vendan sus acciones a cambio de la contraprestación de 26 euros por acción a la que se comprometió Ferrovial para facilitar la operación, con un gasto máximo de 500 millones de euros (el equivalente al 2,6% del capital).

Desde este mismo jueves se abre el plazo de un mes (hasta el 13 de mayo) para que los inversores que no estén de acuerdo con los planes vendan en el mercado, por lo que es previsible que la cotización de la compañía vaya ajustándose al proceso.

Los analistas no esperan problemas en este sentido. Y también han dado su visto bueno a la decisión. «La compañía no ve estabilidad en España en las actuales circunstancias, que crean incertidumbre en el sector y que afectan al lado impositivo. Quiere estabilidad, seguridad jurídica y evitar incertidumbre», explicaban en un reciente informe los analistas de la plataforma de inversión eToro.

«Además, si estás en un país como Holanda, tienes una mejor calificación crediticia, puesto que el país cuenta una nota de 'Triple A', por lo que va a conseguir una mejor financiación», añaden, en consonancia con los argumentos de la empresa.

Desde la banca de inversión, los analistas de Citi también ven sentido estratégico al traslado, indicando que puede ayudar a Ferrovial a ampliar la base de inversores. No obstante, y a la espera de lo que suceda en los próximos días con los inversores que puedan vender sus acciones, pocos ven al valor en los máximos de 30 euros por acción justo antes de la pandemia.