La banca aconseja que todas las medidas se enfoquen a la creación de empleo

La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha dejado claro en su intervención que «cualquier iniciativa o política pública debería pasar pasar un examen muy simple sobre como va a crear tejido empresarial y empleo». La ejecutiva ha indicado es que «si la respuesta no es un rotundo sí, habría que replantar esas medidas porque no podemos desperdiciar nada» en materia laboral. Ana Botín ha explicado que para emplear a seis millones de personas -tres millones en paro y más de tres en situación de ERTE- «necesitamos una economía del siglo XXI» en materia laboral, tributaria y regulatoria. «Ahora toca sentarse a negociar para afrontar un nuevo mundo que la pandemia ha cambiado», ha afirmado.

En este mismo sentido se ha pronunciado el presidente de BBVA, Carlos Torres, quien considera que es necesario «aprovechar las oportunidades que nos brinda la crisis para avanzar hacia un nuevo modelo». El ejecutivo ha recalcado el papel que debe jugar la educación para afrontar un entorno laboral «completamente distinto» al que había hasta ahora y que la pandemia ha terminado por cambiar. Torres ha apuntado que «hay que fomentar la inversión privada , porque todas ellas generan riqueza y puestos de trabajo y son las que lideran el futuro».

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliú, ha insistido en la necesidad de la colaboración público privada «porque da sus frutos y debe mantenerse». Oliú ha indicado que «cualquier cosa que se tenga que realizar, que se haga de forma eficaz, pero para conseguir lo que todos queremos, que esl el mantenimiento del empleo».

En ese sentido, todos los banqueros han coincidido durante sus intervenciones en instar al Ejecutivo a aplicar grandes planes de inversión para reactivar la economía. Por ejemplo, Ana Botín ha propuesto un «plan de ayuda a la compra de vivienda sostenible» para menores de 35 años con el que se podría dar acceso a una vivienda a 500.000 familias y que podría generar 1,7 millones de emplo. La presidenta del Santander también ha propuesto un impulso para otro sector clave, el del turismo «con un modelo más sostenible, ecológico y de mayor calidad».

También el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha pedido un «relanzamiento» de la inversión para ver «qué actividades son las que más prioridad tienen para que España sea más productiva y sostenible». El ejecutivo ha pedido «enfatizar en la capacidad de generar puestos de trabajo porque tenemos una tasa de desempleo inaceptable». Para ello ha puesto como ejemplo las inversiones en transición energética, renovación de viviendas, parque automovilístico o red de transportes urbanos e interurbanos.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha insistido en realizar inversiones «en condiciones en las que se valore y promueva la inversión nacional y extranjera» porque, a su juicio, «es la mejor forma de mejorar el nivel de vida de las personas y la estabilidad en las cuentas públicas».

Goirigolzarri ha pedido «mejorar nuestra productividad». Para ello la Administración «debe crear un caldo de cultivo que atraiga inversiones» y para ello ha pedido un «régimen de seguridad jurídica y fiscal» así como un nuevo «esquema de educación».

Los banqueros han advertido al Gobierno de que todas las medidas fiscales o laborales deben ponerse en marcha con el más amplio consenso posible y con diálogo. Y, sobre todo, que esas acciones sirvan para mejorar la economía y no degradarla aún más ahuyentando a los inversores.

El presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, ha reclamado que el sector bancario español tenga una fiscalidad homogénea con el resto de países supervisados por el Banco Central Europeo (BCE), pues España está actualmente «ligeramente penalizada» en este sentido. Aguirre ha incidido en la necesidad de dar confianza a la sociedad en que las medidas sanitarias serán efectivas y a los empresarios en que el parón en su actividad es temporal, para lo que deben aplicarse soluciones específicas para cada sector, en lo que cobra especial importancia el sector bancario por su papel financiador.