Laberinto de sueldos en las cúpulas del Ibex: 161 millones para 70 altos ejecutivos

El sueldo más bajo de un presidente ejecutivo corresponde a José Manuel Vargas (Aena) con 166.000 euros y una subida del 1,2% respecto a 2015. La retribución más alta en 2016 fue la de Rafael del Pino (Ferrovial) con más de 15 millones de euros. En este caso, el incremento superó el 157% gracias al cobro de las opciones sobre acciones correspondientes al plan de 2008 y por las que percibió 9,3 millones de euros.

La Ley de Sociedades de Capital obliga a adecuar la remuneración a la importancia y situación económica de la empresa y el Código de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas advierte de que la retribución de los consejeros debe «evitar la asunción excesiva de riesgos y la recompensa de resultados desfavorables». En las empresas que registraron descenso en sus beneficios también se produjo cierta reducción en los sueldos. Así, Abertis registró una caída del 57% en sus resultados mientras la retribución del consejero delegado disminuyó un 8%. En DIA, con un 42% menos de beneficio, el CEO ganó un 57% menos.

En este cruce de circunstancias se encuentran algunas empresas cuyos beneficios crecieron, pero cuyos directivos vieron mermados sus ingresos pero aumentada su aportación al plan de pensiones: así ocurrió con el presidente del Sabadell, Josep Oliú (-8,7%), a quien la aportación le aumentó un 38%; o la de Santander, Ana Botín (un 1,7% menos de sueldo pero un 9,5% más de plan).

Los últimos cambios en las cúpulas del Ibex también han quedado reflejados en las retribuciones anuales de sus directivos. Por ejemplo, el año pasado se despidió de su puesto el presidente de Telefónica, César Alierta, quien pasó de cobrar 8,7 millones en 2015 a 1,1 millones el año pasado, ya como consejero, un cargo que acaba de abandonar también esta misma semana.