Abengoa cierra 2016 con pérdidas de 7.600 millones de euros

Hace un año, el grupo con sede en Sevilla (sur) anunció unas pérdidas de 1.213 millones de euros para 2015, lo cual hizo temer que se produjera una de las quiebras más importantes de la historia reciente de España.

A raíz de complejas negociaciones, el grupo evitó en noviembre de 2016 la liquidación judicial después de que la mayoría de sus acreedores aceptara su plan de reestructuración. Dicho plan implica que varios bancos y fondos especulativos se queden con el control de la empresa a cambio de una inyección de liquidez para que pueda afrontar sus deudas. Durante las negociaciones, la empresa tuvo que suspender muchas de sus actividades. A fecha de 30 de septiembre de 2016, Abengoa empleaba a unas 17.400 personas frente a los 31.800 trabajadores que tenía un año antes.

"Estos resultados deben ser contemplados en el contexto de la reestructuración de Abengoa", escribió el presidente ejecutivo, Gonzalo Urquijo Fernandez de Araoz. "Cuando se complete la inminente reestructuración, para la que hemos recibido hoy mismo el consentimiento de nuestros acreedores, la consiguiente reducción de nuestra deuda restablecerá el equilibrio patrimonial", aseguró.

La compañía registró un volumen de negocios de 1.510 millones de euros, casi un tercio de los 5.755 millones de euros de 2015. Su resultado bruto de explotación (Ebitda) -que pasó de 1.400 millones de euros en 2014 a 515 millones en 2015- fue negativo en 2016: -241 millones de euros, lo cual significa que el grupo no es rentable a nivel operativo.

La ralentización de la actividad de la compañía afecta a algunos proyectos en México, plantas solares en Chile y Sudáfrica, y líneas de transmisión en Brasil, indicó la multinacional. Abengoa, que lograba el 86 % de sus ventas fuera de España, entró en crisis en noviembre de 2015. El grupo ha sufrido las consecuencias de un crecimiento demasiado rápido y basado en el endeudamiento.