La crisis acaba con el 18% de las empresas familiares

Asimismo, el trabajo pone de manifiesto que las empresas familiares redujeron los ingresos obtenidos durante la crisis un 0,5%, mientras que las compañías no familiares los aumentaron un 17,9%. Los autores del estudio justificaron esta enorme diferencia, entre otras cosas, por la apuesta de este tipo de compañías de mantener sus plantillas. De hecho, a pesar de la menor facturación las empresas familiares aumentaron un 0,4% el número de trabajadores en este periodo. La crisis aporta una nueva evidencia sobre el compromiso de los empresarios familiares con el empleo, aunque sea a costa de perder competitividad y rentabilidad, ha asegurado el director general del IEF, Juan Corona.

En este sentido, el estudio pone de manifiesto que las empresas familiares redujeron su productividad al pasar de una facturación por empleado de 212 millones en 2007 a 196 millones en 2013. Sin embargo, el informe destaca que la situación varía en función del tamaño de la compañía. Así, las empresas con menos de 25 trabajadores son 5,2 veces menos productivas que las empresas no familiares de esa dimensión. Por su parte, aquellas empresas familiares de más de 100 empleados sólo son un 1,5 veces menos productivas que sus homólogas no familiares.

El informe recoge el peso de las empresas familiares en la economía española. En este sentido, estas compañías suponen el 89% de las sociedades privadas en el país, lo que supone un millón de compañías. Su actividad económica equivale al 57,1% del Valor Añadido Bruto del sector privado y supone el 67% del empleo en el sector privado, es decir, 6,5 millones de puestos de trabajo.