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José Antonio Bravo
Jueves, 3 de diciembre 2015, 00:24
Orange y Vodafone no se fían de que la nueva regulación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre el despliegue de la red de fibra óptica, claramente favorable a sus intereses, termine quedando como papel mojado por los plazos impuestos ( ... un año y medio en general). Su temor es que el primer operador del mercado, Telefónica, tenga tiempo antes de "monopolizar del todo, o casi," algunos mercados locales.
Los dos operadores, filiales de sendas multinacionales francesa y británica, han pedido a Competencia que revise esos períodos, si bien admiten que la normativa a aplicar es en términos generales "muy positiva" y favorecerá la inversión por parte de distintas compañías. Pero en Telefónica opinan justo lo contrario, pues al verse obligada a abrir su red de fibra a los competidores salvo en 34 grandes ciudades (número ampliable) donde su cuota no supera el 20% se pone en riesgo la rentabilidad de sus planes.
La petición de Vodafone y Orange es doble. De un lado, quieren que en menos de los 18 meses previstos su rival ofrezca nuevos precios mayoristas para alquilar su red, así como que se agilice la comparación de sus respectivas ofertas comerciales. Sin embargo, piden más margen (frente a los seis meses estimados) para completar a tiempo su despliegue en los municipios desregulados.
El proyecto de regulación mayorista de banda ancha establece que Telefónica deberá ofrecer un acceso virtual en su red de fibra óptica en los municipios donde haya menos de tres operadores desplegando redes de nueva generación (fibra o cable coaxial) con una cobertura mínima individual del 20%. Y ese acceso deberá ofrecerse a unos precios que permita a los operadores alternativos replicar las ofertas de su rival. Esta resolución de la CNMC, conocida hace dos semanas, todavía debe ser aprobada por la Comisión Europea aunque ya ha provocado opiniones encontradas en el sector.
Hay que tener en cuenta, además, que en los meses transcurridos el sector de las telecomunicaciones ha cambiado mucho en el mercado español por las fusiones realizadas: Ono se ha integrado en Vodafone y Jazztel en Orange. Además, está por decidir el precio que puede cobrar Telefónica a sus competidores por usar su red. Si es muy alto desincentivaría la entrada de la competencia y si es muy bajo, Telefónica no tendría interés es continuar el despliegue de fibra en las poblaciones más pequeñas porque no lograría una rentabilidad adecuada.
Despliegue previsto
El presidente de Telefónica España, Luis Miguel Gilpérez, prometió en septiembre ofrecer cobertura de fibra óptica en 2020 a casi todos los hogares españoles, en la actualidad tiene 14 millones de unidades inmobiliarias y preveía alcanzar los 26 millones en 2020. Pero lo condicionó a que la regulación valorara la inversión y la innovación y les permitiera competir en "plano de igualdad" con el resto de operadores.
Las 34 ciudades donde Telefónica no tendrá que compartir su red con los competidores son: Alicante, Almería, Badalona, Barcelona, Comellá de Llobregat, Granollers, Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià de Besós, Sant Coloma de Gramenet, Cerdanyola de Vallès, Burgos, Córdoba, Granada, Huelva, Lleida, Alcalá de Henares, Alcorcón, Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Madrid, Móstoles, Parla, Pinto, Torrejón de Ardoz, Málaga, Sevilla, Mislata, Tavernes Blanques, Valencia, Vigo, Valladolid y Zaragoza.
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