Volkswagen pierde 1.673 millones por los costes para afrontar la crisis de los diésel

Ante la actual coyuntura, los responsable de la firma germana han reconocido que van a revisar a la baja sus pronósticos empresariales de cara a final de año, en el que prevén unas ganancias operativas notablemente menores a las del año pasado. A pesar de que Volkswagen ya ha reservado esos primeros 6.700 millones para afrontar los costes del fraude de sus motores, los analistas coinciden en señalar que el impacto total podría alcanzar los 40.000 millones de euros.

La ganancia neta se redujo entre enero y septiembre un 54,1 %, hasta 3.990 millones de euros, las pérdidas operativas cayeron hasta los 3.479 millones de euros y las ventas del consorcio en todo el mundo cayeron en los nueve primeros meses un 2,7 %, hasta 7,440 millones de vehículos, por las dificultades en los mercados ruso, brasileño y chino.

Las cifras globales del grupo entre enero y septiembre mostraban un comportamiento positivo si no hubiera sido por la crisis del diésel. De hecho, la facturación del consorcio alemán ha mejorado un 8,5% en los nueve primeros meses del año, hasta los 160.263 millones. Y lo ha hecho en todas las marcas, con resultados operativos -los que muestran el funcionamiento del negocio, sin contar con impuestos, intereses u otros costes- positivos en todas las ramas. Así, Volkswagen, la principal actividad del grupo, tuvo un beneficio operativo antes de los efectos extraordinarios por el escándalo de 2.200 millones de euros, 500 millones de euros más que en los tres primeros trimestres del pasado año. Audi los mejoró hasta los 4.000 millones de euros, 200 millones de euros más que un año antes. La checa Skoda también incrementó la ganancia de explotación en el mismo periodo hasta 734 millones de euros (651 millones de euros un año antes). Y Seat tuvo en los tres primeros trimestres una ganancia operativa de 12 millones de euros, frente a la pérdida de 82 millones de euros en igual periodo de 2014.

Por su parte, la marca de lujo Bentley redujo a más de la mitad el beneficio operativo hasta 57 millones de euros (125 millones de euros un año antes) tras la caída de las ventas. El fabricante de deportivos Porsche ganó 2.500 millones de euros (1.900 millones de euros en los tres primeros trimestres de 2014). La división de vehículos industriales tuvo un beneficio operativo de 313 millones de euros, un 17,2 % menos que un año antes, tras renovar la gama de productos.

Los efectos de la crisis de los 9,5 millones de motores diésel instalados en sus vehículos en todo el mundo aún no se están dejando notar al 100% en la estructura de la compañía. De hecho, los resultados del cuatro trimestre mostrarán un impacto aún mayor en sus cuentas. En lo relativo a las ventas mundiales del grupo, su principal competidor, Toyota, volvió a superar en septiembre la comercialización de coches al registrar 7,49 millones de matriculaciones frente a las 7,43 del consorcio alemán.