Alierta planta cara a los sindicalistas minoritarios en la junta de Telefónica

Una veintena de representantes de la Alternativa Sindical de Trabajadores (AST), minoritaria en la plantilla de la operadora (apenas el 3%), se hicieron fuertes en la asamblea y prácticamente impidieron hablar a sus ejecutivos. De hecho, el presidente César Alierta tuvo que renunciar a leer entero su discurso, luego facilitado a la prensa.

Coreando consignas como «vuestro beneficio, nuestro sacrificio» y profiriendo insultos al propio Alierta, desde AST intentaban reivindicar la situación de los instaladores de fibra más rebeldes, que tras 80 días de huelga aún no han firmado un pacto con la compañía. El ejecutivo, visiblemente cansado por la escena, les replicó con ironía que «no chillan tanto cuando me ven a su lado por la cafetería».

Ya en tono más serio, el presidente de la operadora pasó a la ofensiva verbal: «Viven en un mundo imaginario y no representan a nadie». «Les dieron un palo en las últimas elecciones sindicales y menos mal enfatizó su discurso, porque con ustedes de representante mayoritario papel que ostentan UGT y CC OO, que ya han pactado un nuevo convenio Telefónica habría desaparecido»

Tras estos incidentes, y ya más calmado, Alierta se dirigió al publico que más esperaba: el accionista puro. Ante ellos destacó que desde 2013 los títulos de Telefónica se han revalorizado «más del 40%», incluyendo los dividendos distribuidos. El último, aprobado también este viernes, será de 0,75 euros por acción (la mitad en efectivo y el resto en forma de participaciones nuevas), aunque los extras podrían elevarlo hasta un euro.

Según las cuentas que hizo el presidente, la retribución prevista para el inversor en la operadora durante 2015 es del 5,8% a precios actuales, lo que supone la mayor entre las grandes compañías de telecomunicaciones. Algo que será posible, añadió, gracias a que tras lograr un crecimiento orgánico en sus ingresos del 2.6% durante 2014, el grupo consiguió en mayo pasado un aumento de ingresos interanual, algo que no lograba desde 2009 cuando comenzó su particular vía crucis debido a la crisis económica internacional y el aumento de la competencia.

Yo tengo una carraca

En esa competencia situó, aunque como desleales, a las compañías de internet, conocidas en el sector como over the top: Google, Facebook, Whatsapp, Twitter... Una vez más se quejó de su falta de inversión en redes y en otros elementos que favorezcan realmente las comunicaciones mundiales -apenas emplearon 90 millones en 2014 frente a los 70.000 millones de las operadoras-, al tiempo que criticó sus ataques contra la privacidad de las personas.

Nosotros generamos riqueza y cientos de miles de empleos dijo en referencia a las operadoras tradicionales-, mientras ellos se dedican a registrar y grabar toda la vida privada de los usuarios gracias a los smartphones que, curiosamente, les ayudan a comercializar las primeras-. La mía no, desde luego, porque yo tengo uno que es una carraca, señaló con sarcasmo Alierta, quien añadió en el mismo tono que saben hasta lo que tenemos en la nevera y en el coche.