Slim entra en pérdidas en FCC por las incertidumbres en el grupo y los últimos resultados electorales

Los 66,8 millones de nuevas acciones de FCC_que compró a Esther Koplowitz su primer socio con diferencia hasta entonces derivados de sus derechos de suscripción preferente en la última ampliación de capital le costaron 150 millones. A esta cifra hay que sumar otros 500 millones que invirtió para hacerse con la mayoría del capital social, que ahora ostenta con el 25,6%.

Dado que aquellos derechos suponían un precio de 2,25 euros por acción y los títulos normales le costaron 7,5 euros cada uno, el precio final fue de 9,75 euros. Una cantidad ventajosa porque suponía un descuento del 15% respecto al precio general de las participaciones, que subieron hasta los 11,41 euros tras cerrarse oficialmente (15 de diciembre pasado) la entrada de Slim.

Al cierre de 2014 la acción de FCC_valía 12,35 euros y el magnate acumulaba una plusvalía latente del 27%, con 175 millones. Esta semana, sin embargo, se ha desplomado casi un 11% -en lo que va de año, además, la depreciación bursátil acumulada supera el 19%, con una capitalización de casi 2.480 millones- y los números rojos han sustituido a los negros:_su participación vale hoy un 25,6% menos que cuando la compró y perdería 67 millones.

El resultado electoral el Ibex 35 cedió casi un 3% esta semana, aunque las constructoras cayeron más del doble de media, junto la incertidumbre por la posible salida del consejero delegado, Juan Béjar que en marzo ya vendió un paquete de títulos-, le han pasado por ahora una factura cara.

Beneficios recuperados

FCC, no obstante, logró volver a la senda de los beneficios en este comienzo de año. Según los últimos resultados que ha publicado, de enero a marzo ganó 6,2 millones de euros frente a los 31 millones que perdió en los tres primeros meses de 2014, y todo después de que durante los últimos diez trimestres registrara números rojos.

Sus ingresos consolidados, además, crecieron un 3,1% interanual hasta superar los 1.482 millones, gracias en gran medida a que su facturación internacional creció un 11%. Su deuda financiera, sin embargo, engordó prácticamente un 13% y quedó en 5.651 millones.