Iberia pacta con los sindicatos un nuevo ERE voluntario hasta finales de 2017

La negociación del expediente apenas ha durado dos semanas porque sus condiciones no han distado finalmente mucho de las claramente ventajosas que disponía para las salidas laborales el ya conocido ERE 72/01, puesto en marcha por la compañía que preside Luis Gallego a principios de este siglo. Fue durante el último punto de inflexión de sus cuentas -Iberia apenas ganó cinco millones de euros en 2001, 12 veces menos que el ejercicio precedente-, antes de retomar una época de vacas gordas que se truncaría en 2008 con unas pérdidas de 79 millones tras haber tenido un beneficio de 283 millones en 2007.

Así, en el nuevo acuerdo incluye prejubilaciones donde se mantendrá entre el 75% y el 80% del sueldo en función del momento en que cada trabajador se retire, a partir de un mínimo de 58 años y hasta los 65. Además, sobre ese salario regulador se aplicará una revalorización anual del 2% desde 2016. También las indemnizaciones para las bajas incentivadas serán altas, al mantenerse los 35 días por año trabajado con un máximo de 30 mensualidades y un mínimo de un año-, frente a los 20 días que permitiría la reforma laboral vigente desde 2012.

La dirección de la aerolínea, sin embargo, ha preferido no apretar las tuercas en ese sentido, consciente de que un endurecimiento de las condiciones podría haber hecho fracasar un ERE que no deja ser de voluntario y con el que esperan introducir más cambios estructurales permanentes en todas las áreas de negocio para poder crecer de forma rentable en el futuro. Precisamente por ello abre la posibilidad a una reducción de jornada anual de un mínimo del 12,5% y un máximo del 50%, al tiempo que se extiende a cinco años el plazo de garantía de recolocación para quienes se acojan al ERE.

Los cambios que el Gobierno quiere introducir en la tributación de la indemnización por despido a través de la reforma fiscal, junto al nuevo régimen de aportación al Tesoro en los EREs de empresas con beneficios que afecten al personal de 50 años, han pesado mucho en las conversaciones entre la empresa y los sindicatos. Y es que, según calcula CC OO, con dicha modificación el coste de cada prejubilación se ha encarecido en unos 45.000 euros de media

Las cuentas, en recuperación

También la situación financiera de la aerolínea es claramente peor que cuando aprobó el ERE anterior, aunque está en una mejora progresiva. Acumula seis años consecutivos de pérdidas (165 millones en 2013, 100 menos que el año anterior), si bien en el primer trimestre había reducido sus números rojos hasta los 111 millones. Y mientras, siguen en marcha las medidas de ajuste anunciadas hace un año y medio, que finalmente se han saldado con la salida de 3.141 empleados a través del ERE anterior prorrogado excepcionalmente para ello hasta finales de 2015-, de los que aún resta una cuarta parte ya por cumplimentar su adiós.

El pacto anunciado este jueves ha sido suscrito por los representantes sindicales de los pilotos y los trabajadores de tierra (asistencia en aeropuertos o handling, mantenimiento y oficinas), mientras que los tripulantes de cabina han quedado fuera por decisión propia. Para el resto de organizaciones, se trata de una mala noticia dado que, en su opinión, las condiciones acordadas son positivas. A su vez, desde la aerolínea han reducido en 154 el número de posibles salidas previstas en un primer momento en el ERE (1.581) para minimizar el impacto de su negativa que, según resaltan, les impedirá acogerse al mismo si en el futuro hubiera que realizar nuevos ajustes de plantilla que, eso sí, no se prevén por ahora.