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Amparo Estrada
Viernes, 9 de mayo 2014, 20:46
Repsol ha vendido este viernes el mayor de los tres bloques de bonos entregados por el Gobierno argentino como parte de la indemnización por la expropiación del 51% de YPF. La venta se realizó a JPMorgan por 2.813 millones de dólares (unos 2.058 ... millones de euros), según un comunicado de la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La venta de la totalidad de los bonos Bonar 24, el único de los tres bloques de bonos que no cotiza y que planteaba más incertidumbre por ello, no tendrá impacto en la cuenta de resultados de la empresa española. Según la nota a la CNMV, quedará previsiblemente cerrada el próximo martes 13 de mayo y, conforme al acuerdo suscrito con el comprador, Repsol tendrá restringida la venta a terceros de los restantes bonos entregados por Argentina durante un período de 7 días, con ciertas excepciones..
Tras la operación, la deuda de 5.000 millones de dólares reconocida por el Gobierno argentino como compensación por la expropiación del 51% de YPF queda reducida a unos 2.187 millones de dólares (casi 1.600 millones de euros).
La compañía ha declarado su intención de realizar comprar en países desarrollados, aunque declara que no lo hará con prisas si eso perjudica el precio de la operación.
La compañía busca activos que se encuentren en áreas útiles como plataforma de crecimiento y que permitan aumentar la capacidad de la compañía.
Se trata del primer accidente de este tipo desde el inicio de la campaña contra la prohibición, que busca visibilizar la situación en Arabia Saudí, el único país que prohíbe conducir a las mujeres. En los últimos meses, varias mujeres se han grabado y fotografiado conduciendo en distintas ciudades de Arabia Saudí, desafiando las advertencias del Gobierno, que amenazó con perseguir a aquellas que participen en la campaña.
A pesar de que el rey Abdulá de Arabia Saudí ha impulsado algunas reformas a favor de la educación y el empleo para las mujeres, el mandatario trata de no crear confrontaciones con los clérigos más conservadores. El país se encuentra en uno de los últimos puestos a nivel mundial en cuanto a igualdad entre hombres y mujeres.
Las protestas de cualquier tipo son ilegales en Arabia Saudí y las demandas públicas por cambios políticos y sociales se han interpretado tradicionalmente como una falta de respeto a la autoridad de la dinastía Al Saud.
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