El gran desafío agroalimentario

Fueron lo que comieron por cómo curraron, y somos lo que comemos por cómo trabajamos. Y con el estado de bienestar, con jornadas laborales más tranquilas en lo físico, con la posibilidad de comer de todo a todas horas, con eso de hacer algo de deporte todos los días... Con el progreso ha llegado también lo de comer más sano. Y por tanto, los productos deben adecuarse, como es lógico, a los gustos de los consumidores. Y aunque el chorizo está muy bueno, pues cada vez se come menos chorizo porque se le añade cada vez a menos recetas. Por eso surgen productos como el 'jerky', que es una carne deshidratada cortada en tiras, sin tocino ni grasa, marinadas en una salsa picante, salada o dulce y secadas a baja temperatura o al sol. El resultado es un aperitivo picante, salado o dulce que puede conservarse sin refrigerar... Y que una empresa afincada en La Rioja ha logrado quitarlo todo lo que engorda porque es pura proteína, sin nada de grasas. Por tanto, es muy 'healthy', y «los deportistas lo están empezando a consumir» porque observan que aporta más que una barrita energética y «está más rica», tal y como explica Carlos Camarero, gerente de Bravo Food Designs.

Surge así una nueva oportunidad de negocio, una nueva línea de mercado. Porque el jerky no es nuevo. En Estados Unidos lleva muchos años en sus despensas. «Al final llega a España, y por tanto la existencia de este proyecto en La Rioja nos ayudará en su implantación», explica Carlos Camarero. Se refiere al Proyecto Healthy Rioja, y lo explica Julio Herreros, directo general de Innovación: «Nuestros productos llevan unida y aparejada una imagen de calidad que ya tiene Rioja, y ahora nuestra intención es integrar también el valor añadido de la salud. Creemos que hoy en día el consumidor tiene mucha información y busca productos que se adapten a él». Porque somos lo que comemos.

Es lo que le pasa al panadero del Horno Arguiñano de Logroño Eduardo Villar. «La espelta es un producto que ayuda, por ejemplo, a tratar la psoriasis», señala. Él lo sabe porque lo ha estudiado y junto con técnicos de Centros Tecnológicos ha logrado hacer «un pan 100% de espelta». Es un nuevo producto que «a partir de ahora podrá estar acreditado a través de esta marca. Beneficia sin duda a los que buscamos estas nuevas líneas de negocio, pero también al cliente, que sabrá a lo que atenerse para que no le den gato por liebre». En este caso, un pan 100% espelta por otro que solo lleva el 51%, que «no ayuda en nada a tratar la psoriasis».

Una buena noticia también para las conserveras riojanas, como Riberebro. «Este tipo de reconocimientos acreditan ante el consumidor las propiedades saludables de los productos, una información cada vez más valorada por la sociedad», explica Diego Garrido, responsable de I+D de la empresa, que observa a su vez que «los centros tecnológicos acreditados con esta iniciativa transmitirán una mayor confianza en sus competencias». Healthy Rioja se presenta como una facilitadora para la puesta en marcha de nuevos proyectos en el sector más estratégico como el agroalimentario, que se enfrenta al reto de comer saludable.