Las empresas perciben los primeros síntomas de recuperación en facturación y empleo

La encuesta se realizó durante el mes de mayo y recopila información y perspectivas en el corto plazo sobre facturación, empleo y precios pagados y cobrados por las empresas. Aunque todavía de forma modesta, las empresas manifiestan ya, de media, haber observado una evolución positiva de su actividad. Todavía es pronto para recuperar niveles precrisis pero, al menos, el tono de la consulta es mejor que el pesimismo que reinaba en los últimos trimestres.

La proporción de empresas que espera recuperar su nivel de facturación en 2022 ya supone el 30% del total. El dato es muy limitado, pero ya supone 20 puntos más que en la encuesta realizada a finales de 2020. Y este carácter es generalizado, incluida la hostelería, aunque en este caso solo un 8% de empresas prevé recuperar sus niveles de actividad de 2019 antes de que termine el año. Y casi el 30% de ellas anticipan que esto ocurrirá solamente más allá de 2022, porcentajes que contrastan con el 45% y el 11,5%, respectivamente, en el caso de las ramas industriales.

Es decir, pese al mayor optimismo, recuperar la plena normalidad para la actividad y el empleo parece algo lejano. Pero se camina en la dirección correcta. «En el segundo trimestre se ha producido un aumento significativo de las empresas que afirman haber observado un aumento de su facturación», explica el autor del análisis Mario Izquierdo. En concreto, el porcentaje de encuestados cuyas ventas han crecido en este período es del 30%, muy por encima del 13,3% del trimestre anterior.

Por otro lado, la mayor parte de las empresas indican que en el segundo trimestre su facturación se mantiene estable con respecto al primero, un 46,4%, y esta proporción es similar a la observada en la edición anterior de la encuesta. En cuanto a las perspectivas a corto plazo, sí se anticipa una mejora para el tercer trimestre del año, periodo en el que hasta un 40% de las empresas esperan un incremento de su actividad, 10 puntos más que en la anterior encuesta.

Otros indicadores positivos que se recogen en el inicio de la mejora en la percepción de factores como la evolución de la demanda o las dificultades para el cobro a los clientes. El acceso a la financiación, especialmente entre las pequeñas empresas, sigue siendo una de las principales incertidumbres.

Respecto al empleo, y de cara a los meses de verano, las empresas también prevén una mejor evolución, aunque en menor medida que en el caso de la facturación. Esta menor intensidad se podría explicar por el impacto mitigador de los ERTE en el mercado laboral. Una figura que, del mismo modo, muchas empresas prevén dejar de utilizar en los próximos meses. «la mejora de las perspectivas económicas se refleja en que una cuarta parte de las empresas manifiestan su intención de reincorporar a la actividad productiva a trabajadores que actualmente se encuentran en situación de ERTE», explican desde el Banco de España.

Entre las medidas que las empresas piensan adoptar para hacer frente a la pandemia, cerca de un 20% afirma que reducirá inversiones, así como recurrir a nuevos créditos avalados por el ICO. Un 10% pretende ajustar a la baja las horas trabajadas o los salarios y, en menor proporción, se solicitarán nuevos ERTE.