La economía retrasa su recuperación «acelerada» a mediados de 2021

Estas son las proyecciones anunciadas esta mañana por el supervisor, cuyo servicio de estudios ha modificado sus propios cálculos para anticipar un final de 2020 «peor», que se prolongará durante los primeros meses de 2021. Y, a partir de ahí, desde mediados del próximo año, una recuperación más rápida de la prevista en las estimaciones publicadas en septiembre. «Ahora somos más optimistas sobre la velocidad en la que pueden estar disponibles las vacunas y también por la incorporación de los fondos europeos», ha explicado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.

El final de este ejercicio, al que apenas le queda medio mes, llega condicionado por los efectos de la segunda ola. «Pronosticamos una evolución del PIB peor de la que preveíamos en septiembre», ha explicado Arce. El cálculo del organismo indica que la economía retrocederá un 0,8% entre octubre y diciembre en comparación con el crecimiento del verano, según el escenario 'central' que maneja el Banco de España: brotes como los que han salpicado la vida diaria en las últimas semanas y medidas de restricción heterogéneas, según comunidades autónomas y tipo de negocios.

El Banco de España considera que la recuperación económica del verano «se ha desacelerado de manera bastante significativa» desde octubre. Así lo apuntan todos los indicadores de movilidad, confianza de consumo y empresas, actividad, gasto con tarjetas y empleo. Sin embargo, el supervisor también afirma que «no se está produciendo un desplome total de la actividad por la segunda ola como sí ocurrió en el segundo trimestre». La incidencia económica está siendo «claramente mucho más moderada», explica Óscar Arce. Se perciben «señales mixtas», dependiendo de los sectores y también que España ha conseguido caer menos, a estas alturas, ya que comenzó antes que el resto de las economías europeas a verse impactada por la segunda ola de la covid-19.

Con todos estos datos, el PIB español caerá un 11,1% este ejercicio, lo que implica una evolución peor que el escenario planteado hace tres meses (un 10,5%). Además, la tasa de paro se situará previsiblemente en el 15,8%, en mejores condiciones que la anterior estimación, superior al 17%.

Las estimaciones del Banco de España revelan que el grado de utilización de los fondos europeos (casi 27.000 millones de euros para este próximo ejercicio, según los Presupuestos del Estado que aún se están tramitando) será menor de lo que prevé el Gobierno. El organismo señala un grado de absorción de esos fondos del 80%.

A partir de enero, la situación que plantea el supervisor va a depender de la evolución de la enfermedad y las restricciones. En principio, «prevemos un peor cierre de 2020 y un peor arranque de 2021 con respecto a la anterior previsión», ha indicado Óscar Arce. Pero añade que «a partir de la próxima primavera prevemos una aceleración de la recuperación de la que teníamos antes».

Por ello, la estimación pasa por una recuperación del PIB del 6,8% para 2021, seguida por un auge del 4,2% en 2022 y un 1,1% en 2023. De este modo, la recuperación completa de la economía española no llegará, al menos, hasta dentro de tres años, para recuperar el mismo nivel de PIB que tenía antes de la expansión de la pandemia a principios de marzo.

Si los rebrotes y los contagios fueran a peor -un escenario menos probable, a juicio del supervisor-, la recuperación total no llegaría ni siquiera en 2023. Y si la situación epidemiológica se solucionara en las próximas semanas -algo que tampoco cuenta con grandes opciones- España podría volver a la normalidad económica a finales del próximo año.

En términos de empleo, en 2021 la tasa de paro cerraría por encima del 18%, contando con que los ERTE se mantengan hasta finales de enero, como está previsto, por ahora. La recuperación laboral llegaría en 2020 con una tasa de desempleo del 15,6%, para caer hasta el 14,3% a finales de 2023, la misma que había al cerrar el año 2019.

El organismo supervisor explica que la crisis sanitaria ha acarreado también un deterioro muy acusado de las finanzas públicas y el conjunto de medidas para contrarrestar el impacto de la pandemia elevará el déficit público hasta el 10,5% en el escenario central este año, en una horquilla de entre el 10,3% y el 10,9%, si bien a lo largo del horizonte de proyección se espera una mejora sustancial, como consecuencia tanto de la naturaleza temporal de parte de las medidas discrecionales adoptadas como de la mejora cíclica.

Así, el déficit público bajará a una horquilla de entre el 6,7% y el 9,6% el próximo año, entre el 4% y el 7,1% en 2022 y entre el 3,2% y el 6,7% en 2023.

A su vez, la deuda pública registrará un fuerte aumento en 2020 hasta situarse cerca del 120% del PIB en cualquiera de los tres escenarios. A pesar de la mejora generalizada de las previsiones y de que el escenario más probable sería el central, el Banco de España advierte de que los riesgos al crecimiento del PIB estarían «moderadamente orientados a la baja», como consecuencia de que la evolución de la epidemia sea más adversa o de un coste más elevado de la financiación al sector privado, que diera lugar a problemas de solvencia, con consecuencias adversas para los balances bancarios.