Ciudad de Singapur, uno de los centros de negocio de todo el mundo. R. C.

La economía mundial se enfría tras el repunte del último año

El crecimiento será del 2,6% en 2024 y del 2,7% en tres años, pero no supera el ritmo que tenía antes de la pandemia, según el Banco Mundial

Martes, 11 de junio 2024, 16:02

Se acabó la fiesta para la economía mundial a partir de ahora. El crecimiento la mayor parte de los países tenderá a estabilizarse este año y seguirá esa tendencia durante los dos próximos ejercicios, según las estimaciones del Banco Mundial. La organización, que aglutina al ... 80% de los territorios de todo el mundo, estima un crecimiento conjunto del PIB (Producto Interior Bruto) del 2,6% para 2024, lo que considera que es un avance «estable». En el periodo que transcurre hasta 2026, las estimaciones apuntan a un crecimiento del 2,7%, que contrasta con el auge promedio del 3,7% registrado en la década anterior al 'shock' que provocó la pandemia.

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El propio Banco Mundial admite que el crecimiento «se sitúa en niveles más bajos que antes del año 2020», según explica Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior de la organización. Lo achaca a que muchos países, sobre todo los más pobres, «tendrán que afrontar niveles muy elevados de servicio de la deuda, posibilidades comerciales limitadas y fenómenos climáticos costosos».

El informe de perspectivas constata que «cuatro años después de las conmociones causadas por la pandemia, los conflictos, la inflación y la restricción monetaria, parecería que el crecimiento económico mundial se estaría estabilizando». De hecho, prevé que las economías en desarrollo aumentarán en promedio un 4% durante el período de 2024-25, un poco menos que en 2023. En el caso de los territorios de ingresos bajos se acelere hasta el 5% en 2024, en comparación con el 3,8% de 2023. Y en las economías avanzadas, el crecimiento se mantendrá estable en el 1,5% durante 2024, antes de aumentar al 1,7% en 2025.

Brecha entre países

Las perspectivas para las economías más pobres del mundo son aún más preocupantes. Las economías en desarrollo deberán buscar la manera de fomentar la inversión privada, reducir la deuda pública y mejorar la educación, la salud y la infraestructura básica, según el informe. «Las más pobres, en especial los 75 países elegibles para recibir asistencia en condiciones concesionarias por parte de la Asociación Internacional de Fomento, no podrán hacerlo sin la ayuda internacional», apunta el Banco Mundial.

Esta cifra es inferior al prome prevé que la economía mundial se estabilizará por primera vez en los últimos tres años durante 2024, aunque a un nivel débil en comparación con los parámetros históricos recientes, según la última edición del informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial.

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Además, el Banco Mundial estima que una de cada cuatro economías en desarrollo continuará siendo más pobre de lo que era antes de la pandemia. Esta proporción se duplica en los países que se encuentran en situaciones de fragilidad y conflicto, según el organismo. Además, la diferencia en los ingresos entre las economías en desarrollo y las avanzadas aumentará en alrededor de la mitad de las economías en desarrollo durante el período de 2020-24, la proporción más alta desde la década de 1990.

Por otra parte, la inflación mundial se irá moderando hasta el 3,5% este año y se situará por debajo del 3% en 2025, pero el ritmo de descenso es más lento de lo previsto hace tan solo seis meses. En consecuencia, se prevé que muchos bancos centrales adopten una actitud prudente con respecto a la reducción de la tasa de política monetaria. Es decir, que irán bajando los tipos, como ya ha hecho el Banco Central Europeo (BCE), pero los intereses seguirán siendo elevados con un nivel medio situado en el 4% en los tres róximos años, el doble de lo que estaban en la anterior década.

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«Aunque los precios de los alimentos y la energía se han moderado en todo el mundo, la inflación básica continúa siendo relativamente alta y podría mantenerse así», indica Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial. «Esta situación podría impulsar a los bancos centrales de las principales economías avanzadas a retrasar las reducciones de las tasas de interés. En un entorno de tasas 'más altas durante más tiempo', las condiciones financieras mundiales serían más estrictas y el crecimiento, mucho más débil en las economías en desarrollo».

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