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La plataforma de camioneros autónomos liderada por Manuel Hernández, cuyo rostro se hizo muy popular durante aquel marzo de 2022 en el que primero unos pocos camioneros, pero poco después varios miles, decidieron parar su actividad de forma tajante para exigir mejores condiciones laborales. ... El país estuvo cerca del colapso a nivel logístico, sobre todo por la falta de abastecimiento de algunos productos en muchos lineales de supermercados. Fueron 21 días de paro, aunque lo más crítico se desarrolló del 14 de marzo, cuando se dio el pistoletazo de salida, hasta el día 24 de ese mes, cuando la ministra de Transportes de ese momento, Raquel Sánchez, firmó un acuerdo con la patronal de transportistas (el Comité Nacional de Transporte por Carretera, CNTC).
El acuerdo -tras una reunión de más de 14 horas en el ministerio- regaba de ayudas al sector y aceptaba muchas de las reivindicaciones que llevaban haciendo durante años los transportistas. Entre ellas, Sánchez les aseguró 1.000 millones de euros a través de descuentos al combustible (20 céntimos de rebaja por litro, que poco más tarde se extendió a toda la población) y ayudas directas de 1.250 euros por camión, 950 euros por autobús, 500 euros por furgoneta, 300 por taxis, VTC y ambulancias, además de créditos avalados por el ICO.
Pero más allá del dinero, lo que pedían los transportistas entonces -y siguen reivindicando hoy- es que no se permitiera trabajar a pérdidas. En este sentido, el Gobierno aprobó en agosto de ese año una ley que incluía una cláusula obligatoria de revisión de precios en los contratos para evitar que se trabaje a pérdidas, algo que los camioneros aseguran que no se esta cumpliendo a día de hoy. Pese a las inspecciones que el Gobierno asegura que está realizando, la realidad es que ninguna empresa está siendo sancionada por incumplimiento.
Pero los paros fueron a menos. El acuerdo con las patronales de transportistas desinfló poco a poco el ánimo de los manifestantes, que se conformaron con unas medidas que fueron denominadas por la ministra Sánchez como «el plan más grande de la historia» para el sector. Finalmente, el 2 de abril los camioneros integrados en la Plataforma de Manuel decidieron desconvocar el paro o, mejor dicho, «dar una tregua».
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Una tregua que rompieron en noviembre de 2022, cuando el líder de la Plataforma convocó un nuevo paro para exigir que se cumpliera la ley que prohíbe trabajar a pérdidas y se reforzaran las inspecciones. El problema es que en este caso el apoyo fue muy minoritario y -pese a habérselo prometido- la secretaria de Estado no les recibió en el Ministerio de Transportes. Manuel planteó una sentada frente al edificio, pero la Policía les desalojó. Esa misma noche el líder de Plataforma tuvo que desconvocar la huelga apenas 24 horas después de que comenzara.
Ahora Manuel vuelve a la carga, aunque aún es pronto para saber si el éxito de la movilización será del nivel de 2022, sobre todo porque entonces se hicieron fuertes cuando entraron a movilizarse miles de transportistas de varias patronales grandes, que en esta ocasión ya han manifestado que se oponen a las protestas.
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