El desplome de la luz descoloca a los hogares que huyeron de la tarifa regulada

El coste de la luz se ha desplomado para los 26 millones de usuarios que siguen en el mercado regulado. Aunque esta realidad conlleva muchas aristas: nada asegura que el mercado siga comportándose igual en las próximas semanas; y nadie puede aclarar si algún acontecimiento inesperado vuelve a levantar los precios hasta las cotas máximas que llegaron a registrar en verano, a pesar del tope ibérico.

Buena parte de los consumidores no salieron de su asombro en el mes de octubre del año pasado cuando el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, llamó «tontos» a los consumidores acogidos a la tarifa regulada de la luz (la PVPC). Consideraba que el 80% de los españoles estaban pagando menos por la electricidad que en 2018, gracias a los contratos de tarifa libre, porque se estaban beneficiando de la bajada de los impuestos y de unas condiciones más competitivas. Pocas horas después, el propio Galán se disculpaba ante los consumidores.

Las condiciones del mercado eran por entonces leoninas. Un precio de generación que llegó a situarse por encima de los 200 euros/Mwh durante varios meses, lo que implicaba pagar el kwh de luz a casi 40 céntimos, lo que elevó las facturas hasta por encima de los 150 euros al mes.

Ante esa situación, una buena parte de los clientes decidió salir del mercado regulado y acogerse a las tarifas libres, más estables y predecibles a la hora de afrontar la factura, duplicando la huida de hogares de la tarifa regulada de la electricidad.

Al casi medio millón de usuarios que decidieron pasarse al mercado libre en el segundo semestre de 2021 se sumaron en la primera parte del año pasado otro millón de contratos. En total, un tercio del mercado doméstico está ahora con la tarifa regulada, unos 8,8 millones de hogares, frente a más del 40% de hace apenas dos años. Esa desbandada se explica por la elevada volatilidad del PVPC, con demasiadas puntas de precios que hacían insostenibles los presupuestos familiares, frente a las tarifas libres, más estables.

Sin embargo, a lo largo de los últimos meses las condiciones han cambiado, y no solo porque el precio mayorista haya caído. También porque en las últimas medidas tomadas por el Gobierno para hacer frente al impacto de la inflación se han mejorado las condiciones del bono social, el descuento de hasta el 80% en el consumo de electricidad del que gozan más de 1,5 millones de hogares. La condición para acogerse a esa ayuda, si se cumplen los requisitos, es tener contratado el PVPC. Es decir, a pesar de la variación de precios, les compensa estar en el mercado regulado para obtener el descuento del bono social.

La caída de precios de este mes se explica por las condiciones meteorológicas (más viento y abundantes lluvias) que han permitido activar las renovables, las más baratas del sistema. De hecho, casi el 60% del mix eléctrico de enero está cubierto con energías verdes. Ello ha provocado que no sea tan necesario tirar de los ciclos combinados de gas –como ocurrió en verano– y lo poco que se han activado lo han hecho con un precio del gas que, casualmente, también ha descendido de forma considerable en los mercados internacionales: se ha desplomado casi a la mitad en el último mes.

Con todo ello, ¿quiénes serán más listos con su tarifa eléctrica de cara a las próximas semanas y meses? Desde el Grupo ASE estiman que las previsiones climatológicas apuntan a que las temperaturas se acercarán a su media estacional en las próximas semanas, cuando, a la vez, habrá una reducción de la eólica.

La hidráulica, indican, seguirá siendo elevada debido al fuerte caudal de los ríos. Pero advierten de que la participación de los ciclos de gas crecerá la próxima semana. El 'pool' podría situarse entre los 100 y 140 euros/Mwh, incluido el tope del gas. «Europa aún se encuentra en una situación compleja de escasez de gas natural y necesidad de compensar la falta de suministro ruso», indican en ASE. Y anticipan que «cualquier problema importante, como el aumento de la demanda de gas en Asia o un cambio en las condiciones climatológicas puede tener un impacto inmediato y brusco en los mercados de futuros».

Desde Tempos Energía señalan que si las temperaturas se mantienen en la media esperada «podríamos llegar a abril (mes de inyección de reservas de gas) con unas reservas próximas al 70%». En este tiempo, el mercado eléctrico español estaría sustentado por un gas «muy barato», próximo a los 50 euros/MWh, los que marca el tope ibérico y una referencia desconocida desde hace más de un año y medio.