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Zigor ALDAMA
Lunes, 17 de agosto 2020, 16:47
Puede que Japón haya logrado contener al coronavirus mucho mejor que la mayoría de los países desarrollados, sobre todo si se compara con los occidentales. Al fin y al cabo, ha registrado unas 1.100 muertes con una población que duplica con creces la de ... España. Pero eso no le ha protegido de las nefastas consecuencias económicas de la pandemia de la Covid-19. Al contrario, la declaración del Estado de Emergencia ha provocado que sufra una debacle sin precedentes: en tasa anualizada, la tercera economía mundial se contrajo un 27,8% durante el segundo trimestre del año. Es la mayor caída del país nipón desde la Segunda Guerra Mundial, y supera ampliamente el 17,8% que perdió durante los tres primeros meses de 2009, cuando fue sacudida por la crisis global iniciada en Estados Unidos.
Si el dato del PIB se compara con el del primer trimestre, la caída fue más leve: un 7,8%. Pero, de cualquier manera, Japón encadena así tres períodos en negativo y ahonda en una crisis que viene de lejos. No en vano, tras el gran 'boom' de la década de los 80 llegaron tres décadas de estancamiento que ahora muchos incluso añoran. «El Estado de Emergencia decretado en abril y mayo provocó una parada artificial en la economía que ha tenido un impacto severo. No obstante, tocamos fondo en mayo y ahora queremos centrar nuestros esfuerzos en recuperar una trayectoria positiva», ha comentado el ministro de Economía, Yashutoshi Nishmura, en una rueda de prensa.
Entre las variables más perjudicadas durante el segundo trimestre destacan el consumo interno y el comercio exterior. A pesar de que el país del Sol Naciente nunca llegó a decretar un confinamiento como el de España, la población se propuso reducir sus movimientos al mínimo esencial y consumió un 29% menos. Por su parte, con el sector logístico en pañales, las fronteras de medio mundo cerradas, y la demanda global por los suelos, las exportaciones niponas se desplomaron un espeluznante 56%.
No obstante, la mayoría de analistas coinciden en señalar que, si la situación en Asia continúa mejorando como lo está haciendo, también lo hará la economía japonesa en el tercer trimestre. «Seguramente, el PIB crecerá más de un 10% en este período. Pero, después de esta enorme contracción, eso no será una magnífica noticia. La recuperación total de la economía llevará su tiempo», ha avanzado el economista jefe del Instituto de Investigaciones Dai-Ichi Life, Yoshiki Shinke, en declaraciones a Bloomberg.
La inversión de las empresas, cuyo comportamiento ha sido mucho mejor con una caída de solo el 5,8%, junto al rebote en la actividad industrial y en las ventas al por menor invitan al optimismo. Además, la inyección de casi 2 billones de dólares ha permitido mantener a flote numerosas empresas, y muchos avanzan nuevas ayudas para propiciar el crecimiento. Al fin y al cabo, esa es una de las características de la 'Abenomía', el modelo desarrollado por el primer ministro Abe Shinzo. Desafortunadamente, corren rumores sobre el delicado estado de salud del mandatario, que ha reducido sus apariciones en público y ha sido sometido hoy a un chequeo médico. Aparentemente, se trata de un examen rutinario, pero la falta de información oficial y el problemático historial de Abe han hecho saltar todas las alarmas.
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