El presidente Trump y su homólogo chino Xi Jimping, se dan la mano. Reuters

China y EE UU dan los últimos retoques al acuerdo comercial

Los negociadores de ambos países hablan por teléfono para tratar de limar las diferencias que impiden la firma de la primera fase de la paz arancelaria

Zigor Aldama

Shanghái

Martes, 26 de noviembre 2019, 18:24

El ansiado acuerdo comercial entre China y Estados Unidos parece cada día más cercano. Sin embargo, para rubricar la primera fase de una esquiva paz arancelaria todavía hay que limar las diferencias que separan a las dos superpotencias. Con ese fin, los dos jefes ... de las negociaciones, Liu He y Robert Lighthizer, hablaron este martes por teléfono. Y, según informó el Ministerio de Comercio de China, la onversación fue fructífera. «Las dos partes han alcanzado un consenso sobre la necesidad de afrontar apropiadamente los problemas que perduran y han acordado mantener el contacto para alcanzar la primera fase del acuerdo», afirmó el ministerio en un comunicado.

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Los escollos se encuentran en varios frentes. Por un lado, Pekín exige que los aranceles especiales que gravan los productos chinos exportados a Estados Unidos se suspendan. Por otro lado, Washington demanda que China incremente de forma notable las importaciones de productos agroalimentarios americanos para reducir el superávit comercial del que disfruta. Por último, el diario ultranacionalista chino Global Times también aseguró que no hay consenso en el mecanismo que se debe crear para comprobar que el pacto se implementa correctamente.

Según otros medios chinos e internacionales, las delegaciones de ambos países podrían volver a reunirse pronto en Pekín para continuar avanzando en esa primera fase de un acuerdo que a Donald Trump le beneficiaría de cara a las elecciones presidenciales del año que viene. Además, el presidente estadounidense tiene un as en la manga: después de su aprobación en el Senado y en el Congreso, en sus manos está que la Ley de los Derechos Humanos y la Democracia en Hong Kong sea una realidad.

China considera que esa ley interfiere en sus asuntos internos y da alas a quienes exigen democracia en las calles de la excolonia británica, así que diferentes analistas apuntan que Trump puede estar utilizando su poder de veto para mejorar los términos del acuerdo comercial. El exmagnate siempre ha primado los valores económicos sobre los políticos, y un incremento en la venta de alimentos a China favorecería a su base de votantes, que en su mayoría reside en entornos más rurales.

Acuerdo 'win-win'

Para Pekín, un tratado de este tipo supondría también un alivio, ya que su comercio exterior se ha visto seriamente dañado y la economía crece al menor ritmo desde 1992. Como suelen decir en círculos empresariales, sería un acuerdo 'win-win', beneficioso para ambas partes. Pero no se puede obviar que la paz se ha anunciado en muchas ocasiones y siempre ha terminado siendo pospuesta.

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Por parte de Estados Unidos también se muestran optimistas respecto a la firma del acuerdo. La asesora presidencial Kellyanne Conway, afirmó este martes que Trump lo desea, pero está dispuesto a esperar al mejor acuerdo posible. «Continuamos negociando. Estamos realmente cerca», aseguró a la cadena Fox News, al tiempo que destacó que la primera fase del tratado comercial «es significativa».

Asimismo, Conway explicó que el presidente desea resolver las diferencias con China «en distintas fases, en piezas porque se trata de un acuerdo comercial enorme, histórico» y destacó que China ha comenzado a comprar pollo, ternera y cerdo procedentes de EE UU. «Creemos que el acuerdo va a alcanzarse», dijo, a pesar de que aún hay diferencias en las transferencias forzosas de tecnología y el robo de propiedad intelectual.

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