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Agárrense que vienen curvas. Así lo reconoce la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien en una entrevista en la Cadena Ser el mismo día que se conocían los malos datos de empleo del mes de julio, advirtió que España debe «preparse para lo peor esperando, por ... supuesto, que no suceda».La ministra de Asuntos Económicos ni siquiera fue capaz de descartar una recesión en España y señaló que «estamos en un momento de una elevadísima incertidumbre», por lo que todo dependerá de lo que suceda con la guerra de Ucrania, el suministro alimenticio, la economía monetaria tras la subida de tipos de interés... «Son muchos los factores de incertidumbre que hace que sea particularmente difícil tratar de anticipar lo que vaya suceder», admitió. No obstante, resaltó que la previsión actual es de un crecimiento fuerte y eso es lo que «nos muestran los datos».
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Sin embargo, cada vez son más las voces de expertos que se suman a la advertencia de que España, como la zona euro en su conjunto, entrará en recesión en la recta final del año. Los últimos en hacerlo han sido los analistas del Consejo General de Economistas, que pese a mantener su previsión de crecimiento para 2022 en el 3,9%, esperan ahora «cierta recesión» en el cuarto trimestre del año y primero de 2023.
«La situación europea es más débil en el contexto mundial por la cercanía de la guerra de Ucrania y el corte de los suministros», indican. En la zona euro, de hecho, el PIB ha crecido en el segundo trimestre el 0,7%, siendo España el país que más ha crecido (+1,1%), seguida de Italia (+1,0%) y Francia (+0,5%), mientras que en Alemania el crecimiento se ha estancado (0,0%).
En cualquier caso, y aunque Calviño confía en que no se llegue a ese escenario, su receta sobre lo que hay que hacer es clara: «no perder la vista de la carretera y mantener firme el control del volante». En este sentido, destacó que es lo que el Ejecutivo está haciendo y prometió que hará «todo lo posible» para moderar una inflación que roza ya el 11% «con medidas que sean coherentes con nuestros objetivos a medio plazo».
También habló del pacto de rentas y avanzó que el Gobierno «hará su parte» en lo referente al salario mínimo y al sueldo de los funcionarios, e instó a empresarios y sindicatos lleguen a un «acuerdo a medio plazo, porque eso da tranquilidad a los trabajadores, empresas e inversores nacionales e internacionales».
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