Bruselas valida el proyecto de presupuestos de España para 2018

El visto bueno de Bruselas al plan actualizado presentado por el gobierno español el 30 de abril se produce cuando Madrid intenta sacarlo adelante en el Congreso, donde la espada de Damocles de la crisis catalana pende sobre el proyecto.

El gobierno del conservador Mariano Rajoy espera el apoyo final del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que pide el final de la intervención en Cataluña, y al que hizo concesiones en la tramitación de los presupuestos como un aumento indexado sobre la inflación para todos los pensionistas.

El aumento de las pensiones se incluye en el nuevo análisis de la Comisión, para la que en 2018, España no alcanzará «ni el objetivo de déficit global ni el esfuerzo fiscal requerido».

«En general, no recomendamos a los países que den marcha atrás en las reformas de las pensiones. Por lo tanto, normalmente esperamos que los países se mantengan en el buen camino en lo que respecta a esas reformas», agregó Dombrovskis durante la rueda de prensa.

Aunque la Comisión apunta a que el déficit presupuestario español en 2018 puede ser una décima superior al 2,6% estimado a principios de mayo, este continuará por debajo del límite fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).

Madrid había pactado no obstante un objetivo del 2,2% para 2018 con Bruselas, pero reconoce que será superior. Para 2019, la Comisión estimó a principios de mayo un déficit del 1,9% para España, tras registrar un 3,1% en 2017.

El ejecutivo comunitario invita en su análisis al gobierno español a estar dispuesto «a adoptar nuevas medidas en el marco del proceso presupuestario nacional para garantizar que el presupuesto de 2018 se ajuste al PEC». Bruselas llamó además a Madrid a hacer «un esfuerzo fiscal del 0,65% del PIB» en 2019, «ligeramente superior» al solicitado en tiempos normales (0,6% del PIB), según el vicepresidente de la Comisión, quien apuntó al «persistente alto desempleo» en España, aunque decrece «rápidamente».

La Comisión propuso este miércoles la salida de Francia del procedimiento de déficit excesivo, lo que deja sola a España en el brazo correctivo de Bruselas en virtud de estas reglas adoptadas en plena crisis económica.