Bruselas prorroga hasta final de año las ayudas de Estado a agricultores y pescadores

El sector primario ha sido uno de los que más se han resentido desde el inicio de la agresión rusa a Ucrania. Los agricultores han visto cómo sus gastos energéticos se encarecían y también se han visto afectados por la importación de grano ucraniano, por valor de unos 25.000 millones de euros. Ante las protestas del campo, ya en febrero, el Ejecutivo comunitario abrió la puerta a flexibilizar las exigencias climáticas a agricultores y ganaderos y a prorrogar el marco de ayudas de Estado.

Bruselas reconoce que la guerra en Ucrania ha creado «importantes incertidumbres económicas» a estos sectores, considerados «estratégicos» para la seguridad alimentaria del bloque. El ajuste anunciado este jueves muestra según la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, «la rapidez de actuación de la Comisión que permitirá a los Estados miembros dar el apoyo necesario a los granjeros y pescadores que enfrentan las perturbaciones provocadas por la guerra de Rusia en Ucrania». Ha avisado, con todo, que las herramientas de Estado temporales «deben ser limitadas» y deben estar diseñadas «para afrontar crisis concretas».