Bruselas asegura que España impulsará a la UE en 2024 con un crecimiento del 1,7%

En 2023, la actividad económica se vio lastrada por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares. Tras esquivar «por poco» la recesión técnica en la segunda mitad del año, Bruselas espera que el crecimiento de la economía europea siga siendo «débil» en los tres primeros meses del año. Se espera que esa actividad «se acelere gradualmente» a lo largo de 2024 y el Ejecutivo comunitario mantiene sus previsiones de otoño para España, que será la locomotora de las grandes economías de la UE.

El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha destacado que la economía española se ha visto apoyada por el consumo privado y las invresiones. «La actividad económica se moderará al 1,7% en 2024 debido a la situación todavía débil de la economía de sus principales socios comerciales y el impacto de los altos tipos de interés», ha asegurado. Por su parte, el Ministerio de Economía ha señalado que el crecimiento de España en 2023 «ha superado las previsiones de la Comisión», llegando al 2,5%, lo que supone «el mayor crecimiento entre los principales países europeos y cinco veces superior a la media de la Eurozona». En un contexto de reducción generalizada de las estimaciones, «España seguirá liderando el crecimiento económico» de la UE, han subrayado desde el Ministerio.

Alemania, la principal economía de la UE, crecerá un tímido 0,3% este año, después de haber cerrado 2023 en terreno negativo (-0,3%). Francia e Italia también avanzarán, un 0,9% y un 0,6%, respectivamente. Tal y como predijo la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, Bruselas también espera que la economía europea vuelva a ganar 'momentum' en 2025. De hecho, el próximo año se espera que la economía alemana y la italiana crezcan un 1,2% y que Francia incremente su PIB en un 1,3%.

Después de cerrar 2023 con una inflación del 6,3%, la Comisión Europea espera que la tasa se rebaje a la mitad este año (3%), antes de caer hasta el 2,5% en 2025. En su informe, señala que los precios se redujeron «más rápido de lo previsto» en 2023, debido a la caída de la energía. El estancamiento de la actividad económica ha hecho que la evolución de la inflación se revise a la baja respecto a las previsiones de otoño. Pese a todo, Bruselas advierte de que a corto plazo la retirada de las medidas de apoyo debido a la crisis energética y el encarecimiento del transporte por las disrupciones en el Mar Rojo, puede «elevar» las presiones sobre la inflación.

Bruselas advierte que sus previsiones están rodeadas de cierta «incertidumbre», debido a las tensiones geopolíticas y la posible escalada del conflicto en Oriente Medio. Por el momento, asegura que las disrupciones del comercio en el Mar Rojo solo se espera que tengan un «impacto marginal» en la inflación. Sin embargo, de aumentar las disrupciones, podrían dar lugar a cuellos de botella que «ahogarían la producción y elevarían los precios».