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El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido este jueves los tipos de interés en el 4,5%. El Consejo Gobernador de la institución europea, reunido en Fráncfort, ha apostado por alargar la pausa que fijó en octubre, tras diez subidas de tipos consecutivas. Además, los ... buenos datos de la inflación (que se redujo al 2,4% en noviembre en la zona euro, cerca del 2% que tiene como mandato el BCE) y el anuncio de la Reserva Federal estadounidense (que ha anticipado tres bajadas de tipos el año que viene) hace pensar que el BCE ya ha alcanzado su techo.
Sin embargo, la presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde, ha insistido en que la institución «mantiene la guardia alta» y que «para nada» se ha discutido una reducción de los tipos de interés. «Entre subir los tipos y bajarlos, hay mucho margen de pausa», ha añadido, lo que cierra la puerta a posibles bajadas de tipos, al menos en el corto plazo. En ese sentido, las decisiones del Consejo Gobernador se seguirán basando en los datos al alcance de la institución.
En cuanto a la inflación, el BCE avisa de que «es probable que la inflación repunte en el futuro cercano» debido a un aumento del precio de la energía. Según las últimas estimaciones del Eurobanco, los precios irán moderándose de forma gradual y se acercarán al 2% en 2025. La inflación subyacente -aquella que excluye la energía y los alimentos- también «se ha seguido reduciendo», pero las presiones domésticas «siguen siendo elevadas», advierte el BCE. Por eso, la institución se muestra decidida a mantener los tipos en niveles «lo suficientemente restrictivos el tiempo que haga falta» para asegurar la estabilidad de precios.
Lo cierto es que precios en la Eurozona muestran signos positivos: ya están lejos de la tasa del 10,6% que alcanzaron en octubre de 2022, encadenan siete meses de caídas y se sitúan ya en su nivel más bajo desde julio de 2021. El elevado precio del dinero ha ayudado a contener el consumo privado, lo que ha contribuido a la caída de la inflación. Sin embargo, el endurecimiento de la política monetaria también ha tenido consecuencias negativas para la actividad económica, que se ha estancado y podría afectar al mercado laboral.
Todos estos factores hicieron que el BCE pausara las subidas de tipos en octubre para evaluar sus efectos en la economía de la moneda común. La presidenta del Eurobanco, la francesa Christine Lagarde, subrayó entonces que la entidad seguirá vigilante para ajustar estos niveles y determinar el tiempo en el que deberán mantenerse para cumplir con el objetivo de contener la inflación. «No tengan dudas, nuestra determinación sigue intacta», destacó. Y en la comparecencia de ayer lo volvió a repetir: «No es momento de bajar la guardia».
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