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La crisis sanitaria global ha dado paso a una crisis económica mundial. El Banco de España reconoce que las medidas adoptadas para reducir las pérdidas de vidas humanas han conducido a la «paralización de parcelas importantes de la actividad y, por tanto, a una caída ... profunda y repentina del PIB». El organismo propone diferentes escenarios, dependiendo de la duración del confinamiento de la población y la vuelta a la normalidad de la actividad.
Desde un enfoque de la oferta, el Banco de España calcula que el PIB nacional podría retroceder hasta un 13,6% este año si el confinamiento dura 12 semanas y a fin de año la normalización aún no es total, sobre todo por las ramas ligadas a la hostelería y al ocio. En escenarios más positivos, en el que el confinamiento dure 8 semanas (el periodo que está previsto hasta el momento, del 14 de marzo al 9 de mayo), la caída de la economía será del 8,7% si se consigue una normalización antes de fin de año y del 6,6% si se consigue esta vuelta a la normalidad tras el confinamiento.
Con la metodología basada en simulaciones de los principales canales de transmisión de los efectos económicos de a pandemia mediante el Modelo Trimestral del Banco de España (MTBE), el organismo prevé una caída del PIB que se sitúa desde el 12,4% al 6,8% dependiendo de la solvencia de las empresas y la pérdida de puestos de trabajo tras la crisis.
Las perspectivas económicas están «envueltas en una incertidumbre muy elevada», reconoce el Banco de España en su informe. En el mismo sentido se pronunció este lunes la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Caviño, en una entrevista a la CNBC, en la que asegura que aún no han actualizado el cuatro macroeconómico por la «alta incertidumbre» por la pandemia, pero situó en el cuarto trimestre el arranque de la recuperación económica. De cara a 2021, cabe esperar que la economía española «recupere una parte significativa, pero no completa», del flujo de actividad y empleo que se esperaba antes de la pandemia, señala el organismo presidido por Pablo Hernández de Cos.
En el escenario de confinamiento de ocho semanas (como el previsto hasta ahora), la recuperación en 2021 sería del 5,5% del PIB. Si llega a las doce semanas y el PIB se hunde al 13% este año, el rebote será mayor, hasta el 8,5% de crecimiento en 2021.
El Banco de España tiene en cuenta que en Wuhan (China), epicentro inicial de la Covid-19, transcurrieron ocho semanas entre la fecha del confinamiento y la de ausencia de nuevos contagios, y un total de once hasta el levantamiento pleno de las restricciones.
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Por tanto, la caída oscilará entre el -6,6% y el -13,2%, lo que supondría el mayor desplome de la economía española desde la Guerra Civil. La institución estima que solo en el primer trimestre, la economía española retrocedió un 4,7%. «Parece improbable que el actual período de paralización de la actividad vaya seguido de una vuelta rápida y plena a la normalidad, algo que previsiblemente solo pueden proporcionar una vacuna o un nuevo tratamiento antivírico efectivo», asegura el informe. Por tanto, se esfuma la idea de una recuperación en V, que se convierte en una U.
Estas previsiones son, por tanto, más negativas que las que publicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) la semana pasada, que calcula una reducción del PIB de España del 8% para este año, aunque en 2021 se producirá un rebote hasta el 4,3% de crecimiento.
En cuanto al desempleo, las expectativas no son buenas. La crisis supondrá que la tasa de paro en España ascienda del 14% con el que cerró 2019 al 21,7% en 2020 en caso de que la actividad no haya recuperado su normalidad a fin de año. En el escenario más optimista, la tasa de desempleo llegará aún así al 18,3%. Para 2021, sus previsiones de paro oscilan entre el 19,9% al 17,5%.
El aumento del gasto en políticas para paliar los efectos del desempleo, entre muchas otras partidas para recuperar la normalidad, supondrá que el déficit público se dispare. El Banco de España consideraba que este año el desfase presupuestario sería del -2,2%, pero la crisis del coronavirus hará que llegue al -11% del PIB y baje al -7,4% en 2021.
La deuda de las administraciones públicas ascenderá a su nivel récord. En 2020 podrá escalar hasta el 122% del PIB, cuando en 2019 se había conseguido reducir al 95,5%. Para 2021, el organismo estima que el endeudamiento no baje del 120%.
En caso de que el estado de alarma dure ocho semanas (hasta el 10 de mayo, como está previsto actualmente), la cifra de españoles afectados por Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE) será de 3,1 millones, que se sumarán a unos 900.000 por las prestaciones por cese de actividad de los trabajadores autónomos y otros 600.000 por las prestaciones por desempleo de trabajadores temporales.
En total, 4,6 millones de afectados, lo que comportará un coste conjunto para las arcas públicas de 6.000 millones de euros, el 70% por mayor subsidio de desempleo y el 30% en menores cotizaciones a la Seguridad Social.
Además, calcula un importe de hasta 22.800 millones derivado de la moratoria de deudas tributarias y otros 3.500 millones la cuantía por el aplazamiento de los pagos impositivos al 20 de mayo.
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